Jay Bloom y su hijo se percataron que sumergible Titan tenía fallas: “No se podía abrir desde dentro”

Jay Bloom de 63 años es un residente de Las Vegas, que se destaca por ser un inversor millonario y un fanático de las aventuras. Su hijo es Sean, tiene 20 años de edad y es un admirador de las historias del transatlántico británico desde que era un niño. Ambos fueron los únicos en sobrevivir a la implosión del Titan, tras decidir no abordar.

Uno de los principales motivos de Bloom para rechazar las propuestas de vivir esa “experiencia” fue tras investigar sobre el diseño del sumergible, al que no quedó convencido de su seguridad. Por esta razón canceló las dos plazas que le ofrecieron para él y su hijo, donde fueron reemplazados por el paquistaní Shahzada Dawood y su hijo, Suleman de 19 años.

Desde un primer momento el inversionista dejó en claro su desconfianza del Titan, ya que: "Usaban un joystick de videojuegos para controlar el submarino”. Además, contó que este mismo no contaba con “salidas de emergencia". Por otra parte, mencionó que en varias oportunidades intentaron convencerlo hasta le ofrecieron más plata. Informa Voces Críticas.

El empresario, dueño del submarino, habría aumentado la seguridad del mismo, pero le expresó: “Es mucho más seguro que volar en un helicóptero o incluso bucear". Sin embargo, lo que más le preocupaba es que el sumergible no se podía abrir desde adentro, ni en caso de emergencia.

Jay Blom y con ayuda de su hijo, Sean, publicaron a través de su cuenta de Instagram conversaciones que mantuvo con el creador del sumergible Titan a principios de año. En ese momento, Rush descartó cualquier tipo de idea de que el viaje por el fondo del océano atlántico fuese peligroso.