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Benita Campos, la primer periodista y “La Güemesiana inmortal” de Salta

Benita Campos, la primer periodista y “La Güemesiana inmortal” de Salta
miércoles 26 de julio de 2023

SALTA (Por Julio Casanova para Voces Críticas) En el mes de julio, la memoria ancestral de Salta recuerda el fallecimiento de una de sus más nobles hijas, la docente, Benita Campos, que descollara en sus días como una pionera del periodismo femenino en Salta, como la avanzada de las mujeres historiadoras y una luchadora por la reivindicación de la Gesta Güemesiana en momento en que el nombre del Prócer salteño se hallaba postergado por la historia oficial, incluso en la propia Salta.

Nacido Benita Campos el 21 de marzo de 1870, cursando sus primeros estudios en la escuela de la maestra Benigna Saravia, ubicada entonces en la calle Córdoba 36, frente a la hoy Basílica Menor de San Francisco. Cuando en el año 1882 fue inaugurada la Escuela Normal de Maestras, Benita obtiene una beca de la Nación para cursar sus estudios en dicho establecimiento, graduándose en el año 1890. Su diploma ostentaba nada menos que la firma del presidente de la Nación, Carlos Pellegrini.

Destacada por su laboriosidad y capacidad, su carrera docente fue rápida y ascendente hasta alcanzar en poco tiempo el cargo de secretaria del entonces Consejo General de Educación que desempeñó en carácter de ad-honorem en tiempos del gobernador Joaquín Castellanos. A la vez, ya se iniciaba en el dictado de clases de Historia, Idioma Nacional y Geografía en la propia Escuela Normal.

En la Salta de aquellos años la práctica de las obras de caridad era una costumbre extendida de la participaban sobre todo las señoras de cierto nivel social y algunas damas que se destacaban por su laboriosidad como fue el caso de Benita Campos que entregaba parte de su tiempo en la obra pía del asilo que funcionaba en los laterales de la Iglesia de la Virgen del Valle (León XIII), en la calle Mendoza y Lerma.

Su impronta de docente la llevó a fundar además la Escuela Profesional de Mujeres y de dos escuelas dominicales para mujeres adultas que debían funcionar en las parroquias de La Candelaria y de La Merced.

Por aquellos años comenzó a demostrar sus habilidades con la pluma y el estudio de la historia siendo uno de sus primeros trabajos una biografía de Monseñor Julián Toscano, aquel que nombrado en Cafayate fue el constructor de la Catedral de esa ciudad que es una de las tres en Sudamérica con cinco naves, además de haber sido el primer periodista de la zona. Corría para entonces el año de 1901, y siglo XX despuntaba.

Con una preparación intelectual muy profunda y una pluma destacada, Benita, se dedicó al periodismo, rasgo que la destacaría no sólo en su época sino para la posteridad por ser la primera mujer en Salta que se ocupó de tal oficio. Sus escritos abarcaban la descripción de hechos costumbristas, pero con una mirada muy crítica hacia la situación política de su época.

Un dato interesante es su participación política dentro de aquel periodismo pues comenzó a escribir sobre estas cuestiones en un diario vespertino "El Cívico", que era el órgano oficial de la Unión Cívica Radical.

La primera Güemesiana

Pero toda la labor intelectual de Benita Campos, descollaría sin duda su pasión por el estudio y la difusión de la Gesta Güemesiana. Eran los tiempos en que la figura del General Martín Miguel de Güemes era prácticamente desconocida en el país y por supuesto en Salta.

En ese hacer fundó lo que sería una de las publicaciones más emblemáticas de la época y de la historiografía de Salta, la Revista Güemes, cuyo primer número transcurrió en el mes de julio de 1907, con oficina y redacción en la propia casa de Benita, en la calle Alberdi 578.

En aquellas páginas que en ocasiones llegaron a publicar láminas a color, se publicaban temas históricos en general, biografías, poemas patrios, anecdotario de la Independencia, datos curiosos que aún hoy no tienen mayor difusión pero se encuentran en esos ejemplares, pero básicamente la publicación "Güemes" estaba orientada a levantar la figura del Prócer Gaucho.

Fundó a la par la filial salteña de la "Asociación Pro-Patria", que promovió la primera copa de leche en las escuelas y en el celo por la historia se contó entre las promotoras de la construcción del Panteón de las Glorias del Norte en su primera idea de levantarlo en la zona trasera del hoy Palacio Arzobispal, un anhelo que sería concretado por el interventor federal de Salta de aquella época, Manuel Carles.

A ella se debe también el monolito emplazado en la esquina de Avenida Belgrano y Balcarce que recuerda el lugar donde fue herido el General Güemes, el 7 de Junio de 1821, como también el busto del Prócer en el patio de la Escuela que lleva su nombre en la misma Avenida Belgrano y que fuera casa de la familia de Güemes.

Pero sin duda que la mayor aspiración de Benita Campos -y contribución- fue su intento de levantar el Monumento al Héroe salteño de la Independencia, el cual pensó debía estar en la Plaza 9 de Julio, aunque cuestiones de internas políticas y burocráticas lo impidieron y terminó fundándose a los pies del Cerro San Bernardo.

A los 61 años, el 3 de Julio de 1928, falleció Benita Campos. Las crónicas cuentan de que una verdadera multitud de salteños acompañó el cortejo hasta el cementerio de la Santa Cruz, siendo despedida por Juan Carlos Dávalos.

Con toda razón, el historiador, Gregorio Romero Sosa, la llamó “La Güemesiana inmortal”.

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