NO MÁS MUGRES
Te decimos cómo limpiar y eliminar el sarro de los azulejos y dejarlos resplandecientes y sin manchas
Quedarán relucientes con una pasada
Los azulejos son muy usados en casi todos los baños y las cocinas, pero son acosados por el moho y el sarro que se forman en estos lugares donde existe la humedad. Deshacernos de los restos de jabón, espuma o sarro que se acumulan en ellos es más fácil de lo que pensás.
En esta nota de Voces Críticas te compartiremos algunos trucos sin químicos ni tóxicos que te ayudarán a dejar los azulejos brillantes y como nuevos, sin necesidad de gastar un mineral en productos que podrían generar alergias.
Así que vamos a ve de qué manera podemos atacar este problemita de limpieza sin emplear productos que perjudiquen tu salud. A continuación, conocé los trucos para limpiar las baldosas del baño y de la cocina.
Cómo limpiar los azulejos del baño para que queden como nuevos
Para limpiar los azulejos de la cocina y del baño para que queden resplandecientes, necesitarás de algunos ingredientes que de seguro tienes en tu casa. ¡Estás preparada! Coge lápiz y papel y apunta lo que detallamos en las siguientes líneas.
- Esponja
- Paño
- Bicarbonato
- Vinagre
- Agua
Procedimiento
Para quitar el sarro o moho que se acumula en las juntas de los azulejos, prepara una pasta de bicarbonato con vinagre o con agua oxigenada. Ten en cuenta que las cantidades de la pasta dependerán de la extensión de lo que vayas a limpiar, procura mezclar un poco más de bicarbonato que de líquido para que obtengas una consistencia cremosa.
Pasa esta mezcla por las partes donde los azulejos tienen incrustado el moho, frota con la esponja o con un cepillo de dientes que no uses, deja reposar durante 10 minutos, retira con abundante agua limpia.
En caso de que decidas limpiar los azulejos con vinagre, vierte cierta cantidad de este líquido en un envase, deja reposar durante 15 minutos. Humedece un paño limpio con vinagre, frota por las baldosas, deja actuar por unos 5 minutos más, lavas con agua limpia y después puedes secar con un trapo de microfibra o con una toalla pequeña.