Bocado delicioso
El secreto mejor guardado para lograr unas mollejas a la parrilla perfectas: crujientes y deliciosas
Esta achura es ideal para los asados de los domingos y acá te explicamos cómo hacer para que queden perfectas

Las mollejas a la parrilla son un auténtico clásico de la tradición del asado argentino, pero no siempre todos los comensales quedan satisfechos con este corte, y no todos los parrilleros son capaces de lograr ese equilibrio perfecto entre lo crujiente y lo sabroso.
En realidad, los aficionados a estas exquisitas mollejas a la parrilla se dividen entre aquellos que prefieren una textura más cremosa y aquellos que la anhelan crujiente. Resolver este dilema puede hacer que el parrillero sea percibido como un auténtico experto, y lo mejor de todo es que es un proceso bastante sencillo.
Un aspecto a considerar es que las mollejas pueden provenir tanto de la glándula parótida de la vaca, que suele ser más magra, o del corazón. Estas últimas son ideales para asar a la parrilla, ya que alternan áreas con un poco de carne y otras con grasa, lo que resulta en una textura tierna y se complementa perfectamente con el toque de limón.
En esta ocasión, compartiremos algunos secretos para lograr que las mollejas a la parrilla adquieran ese característico exterior crujiente y un interior jugoso, sin quedar crudas ni gomosas.
Cómo lograr las mollejas a la parrilla perfectas:
Enjuagarlas con agua tibia.
Preparar la parrilla a una altura media y con el fuego bien alto.
Colocar las mollejas directamente sobre la parrilla.
Sazonarlas con sal parrillera.
Aplicar jugo de limón cada diez minutos.
Dejar que se cocinen durante unos treinta o cuarenta minutos.
Darles la vuelta y permitir que se doren ligeramente.
Siguiendo estos pasos, las mollejas resultarán tiernas y jugosas. Sin embargo, si se busca que queden crujientes, es necesario abrirlas por la mitad y dorarlas en el centro con un poco de jugo de limón. Luego, basta con cortarlas y servirlas. Informa Voces Críticas.
Esta delicia puede ser disfrutada sola como aperitivo en una parrillada, como relleno de un sándwich delicioso, o acompañada de una exquisita salsa de verdeo, que se elabora con cebolla de verdeo, cebolla, ajo, 150 ml de crema de leche, perejil, sal, pimienta y aceite. Para maridar, un vino blanco seco y bien frío será la elección perfecta.