Vecinos impidieron el robo de un niño en Tartagal

SALTA (Redacción Voces Críticas) En la comunidad guaraní Yariguarenda, situada a 13 kilómetros al norte de Tartagal, un hecho perturbador ocurrió el jueves pasado alrededor de las 7 de la tarde, en donde los vecinos impidieron el robo de un niño.

Un grupo de tres mujeres y un hombre, a bordo de un vehículo Toyota blanco con matrícula paraguaya, intentaron sustraer a un niño de su madre. La rápida reacción de los residentes implicó rodear el automóvil y retener a sus ocupantes hasta la llegada de la policía.

Los vídeos difundidos en redes sociales exhiben a los vecinos confrontando a los cuatro individuos acusados de intentar robar a un niño de 6 años, todos los acusados son de nacionalidad paraguaya. Tras el accionar de los vecinos, fueron llevados a la comisaría 3 -anteriormente 42- de Tartagal, donde quedaron bajo arresto a disposición del fiscal penal Rafael Medina. Sin embargo, sorprendentemente, el mismo fiscal ordenó su liberación horas después, generando desconcierto e inquietud en la comunidad.

Los vecinos del lugar que impidieron el robo de un niño, contaron cómo fue el momento. Según su versión, los individuos trataron de llevarse al menor cuando salía de la escuela. En la situación, se describió que intentaron arrebatarlo, pero su madre peleó y no permitió que se lo llevaran.

También mencionaron que estos individuos ya habían enfrentado problemas en otra comunidad, donde los residentes habían dañado el vidrio de su automóvil y revelaron que justificaban su actividad bajo el pretexto de cortar el pelo a los niños.

Aunque las cuatro personas detenidas fueron trasladadas a Tartagal, el fiscal Medina optó por liberarlas unas pocas horas más tarde. La justificación proporcionada por los acusados fue que se encontraban en la zona para comprar cabello, una explicación que causó desconfianza en la comunidad, especialmente considerando la gran distancia que hay hasta Paraguay.

Este episodio ha sembrado el temor en las comunidades próximas a las rutas nacionales 34 y 86, donde los niños suelen jugar sin restricciones y las viviendas carecen de protecciones, confiando los vecinos en el conocimiento mutuo. Informa Voces Críticas.