Todas las humillaciones que soportó Camila Parker de la reina Isabel por amor al rey Carlos

Camila Parker es uno de los nombres más sonados a lo largo de los años, eso es debido a que su polémica relación amorosa con el rey Carlos generó un gran escándalo real. Pero después de tantos años se ha descubierto que la consorte también vivió duros y tormentosos momentos con la familia real británica.

Cuando se supo que Camila era la persona por la que el rey Carlos engañaba a la princesa Diana, fue vista con malos ojos en la realeza, incluso soportó desprecios y desplantes de parte de la reina Isabel por ser considerada la eterna amante de su hijo mayor.

Cuando la actual consorte comenzó su romance con Carlos III, ella aún estaba casada con Andrew Parker-Bowles. Recordemos que este amor ya venía desde hace tiempo, pero ella decidió casarse con el oficial militar, pero estando casada quiso continuar con esta aventura amorosa, pero fueron descubiertos por la reina y fue excluida del palacio, tanto así que hasta le prohibieron estar presente en ningún acto real, ya sea que fuera formal o informal.

Durante largos años, tanto la reina Isabel como la reina madre, prefirieron no tener nada que ver con Camila, a quien catalogaban de infiel, ambiciosa, maquiavélica y rompehogares, y no aceptaron la relación a escondidas como amantes, que continuaron estando el rey Carlos casado con la princesa Diana. Sin embargo, en el año 1992, el entonces príncipe se divorció de Diana y más tarde confesó su romance con quien hoy es su esposa.

La reina Isabel le dijo a su hijo que en el caso de que aceptase a Camila, él nunca podría construir su imagen, ya era tildado como infiel por parte de Lady Di, quien aseguró en una entrevista que su exesposo la engañaba desde hace tiempo. Tras la muerte de la princesa del pueblo, Carlos III volvió a hablar con su madre para que aceptara de una vez por todas su relación

Cuando el rey Carlos desafió a la emérita, se mudó al palacio con la hoy su esposa, sin embargo, las cosas iban de mal en peor, ya que ni ella ni la reina madre permitían a la hoy consorte que estuviera presente en la misma habitación que ellas. Incluso en la fiesta del cumpleaños 60 del rey Constantino de Grecia, la reina Isabel aceptó que fuera, pero se negó a presentarla ante los invitados, porque para ella no existía.

Tras los esfuerzos por parte del rey Carlos, la relación entre la reina Isabel y Camila fueron mejorando y la muestra de ello fue cuando le pidió que se sentara a su lado en el carruaje en el Jubileo de Diamante en 2012. Además, la reina le otorgó a Camila dos honores importantes, uno fue la Orden de la Familia Real Británica y la Gran Cruz de la Orden Victoriana, los cuales simbolizaron un sello de aprobación muy personal de la soberana.