La despreciable razón por la que el rey Carlos no cenaba con la princesa Diana

El matrimonio entre Lady Di y el actual rey Carlos estuvo marcado por conflictos y desacuerdos, incluso en aspectos cotidianos como la comida. A pesar de que ambos formaban parte de la realeza británica, sus preferencias alimenticias eran muy diferentes, lo que generaba tensiones en la mesa.

El mandatario británico, conocido por su estricto seguimiento de las reglas y protocolos reales, prefería el té, una bebida icónica en la cultura británica. Mientras que la princesa del pueblo su pasión preferida era el café, una preferencia que no compartía con su esposo y que llegaba a causar conflictos en su relación.

Durante más de 15 años que estuvieron casados, el café se convirtió en un punto de discordia entre la pareja real. Según el chef personal de Lady Di, Darren McGrady, el café era un elemento básico en el desayuno de la Princesa, mientras que para el rey Carlos prefería acompañar su primera comida del día con té, toronja, muesli y tostadas.

A pesar de las presiones y expectativas de la familia real para que la princesai se ajustara al protocolo, ella se mantuvo firme en sus gustos y no cedió ante las demandas de cambiar sus preferencias. Este desacuerdo, aunque aparentemente trivial, reflejaba las profundas diferencias y tensiones dentro con el consorte, quien no toleraba este gusto por la madre de sus hijos.

El conflicto en torno al café versus el té no era simplemente una cuestión de preferencia personal, sino que simbolizaba las luchas de poder y la falta de armonía en la relación entre Lady Di y el rey Carlos. Aunque hoy en día la anécdota pueda parecer trivial, en su momento fue un factor más en la complicada dinámica de la pareja real británica.