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NO LOS QUIERE
Poderosas razones por la que Camila Parker no quiere que Harry y Meghan Markle sean reyes
La reina consorte mantiene su postura firme ante el futuro de la Monarquía Británica.
La terrible noticia del diagnóstico de cáncer de Kate Middleton ha sacudido a la Familia Real británica, generando una intensa actividad en el Palacio de Buckingham mientras se preparan para los desafíos por venir. En medio de esta crisis, surge una figura con preocupantes advertencias sobre el destino de la monarquía y es Camila Parker quien se encuentra preocupada por la situación de salud de su esposo y por el futuro del país.
Con la salud del rey Carlos deteriorándose, se considera la posibilidad de que el príncipe Guillermo asuma como rey regente si el monarca britanico no puede cumplir con sus deberes oficiales, una medida contemplada en la legislación británica para mantener la continuidad de la monarquía en tiempos de crisis.
Informantes cercanos al rey han revelado que el mandatario ha dejado en claro a su hijo mayor la necesidad de estar preparado para ascender al trono, incluso sin la presencia de Kate Middleton. Ante esta eventualidad, la reina consorte ha expresado su firme oposición a que los duques de Sussex se conviertan en monarcas. Informa Voces Criticas.
Para Camila, la coronación de los Sussex sería desastrosa, temiendo ser marginada por Harry y considerando a Meghan inadecuada para representar la Corona. Por ello, ha instado a su esposo, el rey Carlos, a dar un ultimátum a su primogénito para ascender al trono con o sin reina en caso de fallecimiento de ambos.
Esta medida, según la monarca, aseguraría la continuidad de la monarquía británica en un momento de incertidumbre. En medio de la creciente tensión en Buckingham, Camilla hace un llamado urgente a la acción, instando a la familia real a mantenerse unida y firme en sus responsabilidades soberanas.
En medio de esta creciente tensión en Buckingham, Camila Parker hace un llamado urgente a la unidad y la firmeza en las responsabilidades como soberanos, instando a la familia real a mantenerse unida ante los desafíos sin precedentes que enfrenta la monarquía británica.
