La única decisión que la reina Letizia le dejó tomar a la reina Sofía en el día de su boda con Felipe

El 22 de mayo de 2004, la reina Letizia y Felipe VI unieron sus vidas en un enlace que marcó un hito en la historia de la monarquía española. Mientras que el futuro rey era el benjamín de la familia real, el hecho de que se hubiera enamorado de una presentadora de televisión despertó gran interés en todo el país.

La víspera de la boda, la entonces reina Sofía tuvo un papel fundamental en la organización del banquete. Siendo una de las figuras principales de tan importante evento, la madre del novio se encargó de seleccionar el menú del día de la ceremonia de la presentadora de noticias con su hijo. Un total de 17 aperitivos, tantos como comunidades autónomas, además de un exquisito primer plato y un plato principal de capón en salsa asado al tomillo con frutos secos.

La elección de este platillo no fue casualidad, sino que tuvo en cuenta las restricciones alimenticias de algunos de los 1.200 invitados presentes en el banquete. Además, el vino elegido, entre tinto, blanco y sidra, contó con el visto bueno del entonces Rey Juan Carlos I.

Pero sin duda, uno de los momentos más memorables fue el postre en la boda de Letizia. Nada menos que 2.000 pasteles y una impresionante tarta de 150 kilos, preparada por el reputado chef Paco Torreblanca. Una auténtica delicia que acompañó a los comensales en tan especial celebración.

Veinte años después, recordamos con cariño aquel día en el que la reina Letizia se convirtió en Princesa de Asturias y, posteriormente, en Reina consorte de España. Un momento histórico que marcó un antes y un después en la monarquía española y que, sin duda, sigue siendo un tema de conversación entre los españoles. Y es que, como bien dijo Carmelo Pérez, jefe de sala durante el banquete, el menú contó con "buen jamón" y todo lo necesario para hacer de aquella boda un evento verdaderamente memorable.