¡Atención salteños! Aumentan los casos por llamados extorsivos: “Le voy a cortar un dedo…”

SALTA.- (Redacción Voces Críticas) Tiempo atrás ya habíamos hablado sobre los famosos llamados extorsivos. En los mismos una persona se comunica por teléfono con algún familiar para notificar sobre el secuestro o accidente de algún pariente, pero finalmente todo resulta ser mentira y lo único que quieren es dinero.

Esta vez fue Adela a quien le tocó pasar por esta terrible situación: “El martes, cuando estaba por salir para el gimnasio, recibí una llamada donde se escuchaban gritos, supuestamente eran de mi hijo, donde me decía ‘mamá por favor ayúdame, me chocaron’, súper angustiado”, inició relatando la mujer.

“Me quedé re mal, y al rato escuchó una voz como la de un colombiano que me dijo 'mirá yo lo choqué a propósito a tu hijo, lo tengo secuestrado, le voy a cortar un dedo si no me pasas los números de tarjetas de crédito, pásame la de una tarjeta Visa’”, agregó la damnificada.

“Ya con el acento, y como había escuchado un informe en la televisión sobre estos llamados telefónicos, me acordé y empecé a decir que yo no tenía tarjetas de crédito, y el tipo me gritaba, me insultaba, me decía que lo iba a matar, que lo iba a encontrar en un zanja”, prosiguió Adela.

En esta línea indicó que “como me negué, cortó. Inmediatamente llamé a mi hijo, porque me quedé pensando en esas llamadas que advertían en la televisión. Hasta que pude comunicarme con él me quedé re angustiada”.

Ante esto Adela dio una importante advertencia: “Tengan cuidado, porque llaman al teléfono fijo de la casa, y como atiende una mujer, el chico empieza a gritar. No pierdan la calma, y no den ningún dato. Lo primero que me pidieron fueron los datos de mi hijo”.

“Cuando me dijeron que lo habían chocado y que lo iban a llevar al Hospital San Bernardo, lo primero que me dijeron es ‘dame todos los datos de tu hijo para que yo avise en el hospital’, y ahí reaccioné y dije ‘no ya voy para ahí’. Fue en ese momento que se puso malo y me dijo que le iba a cortar un dedo”, señaló.

“En mi caso tenían todos mis datos, sabían mi nombre, el de mi marido y mi hijo, sabían mi dirección. Me pasó exactamente lo mismo que a la otra mujer (refiriéndose a otro episodio que trascendió), la única diferencia fue que a ella intentaron sacarle datos y a mí no, ya los tenían”, añadió.

“La verdad que ya pasó, pero hay que estar en alerta, hay que cuidarse porque evidentemente hay gente que hace un rastreo para llegar a esta situación y poder extorsionar”, cerró Adela.