Condenaron al “Hannibal Lecter” de El Carril por violar, morder y empalar a su expareja

SALTA (Redacción Voces Críticas) En las últimas horas, la jueza Gabriela Romero Nallar decidió condenar a José Ignacio Escobar Balderrama conocido como el “Hannibal Lecter” de El Carril, por el feroz ataque que perpetró contra su expareja, en octubre del 2019, en una habitación que la víctima alquilaba en un domicilio ubicado en calle 20 de Febrero de la mencionada ciudad del departamento Chicoana.

La Magistrada halló culpable al incalificable sujeto, de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y desobediencia judicial. Debido a ello, el acusado deberá continuar detenido siete años más. Cabe recordar que está preso desde el día en que la víctima radicó la denuncia y contó el aberrante momento que vivió a manos de quien era el padre de su pequeña hija.

El 28 de octubre de 2019, el conocido “Hannibal Lecter” de El Carril arribó junto a la menor a la empresa de remisería donde trabajaba la joven como operadora. Entre insultos y gritos, exigió que saliera para calmar a la niña que lloraba desconsoladamente. Luego de esto, se retiró del lugar y ella continuó con su jornada laboral hasta las 22.30. Media hora después, el acusado golpeó la puerta de su cuarto y la atacó sin mediar palabras.

Escobar Balderrama empujó a la madre de su hija a la cama y la desvistió. Luego, la tomó por la fuerza y la violó brutalmente al tiempo que le lanzaba frases como "vos sos mía". No conforme, comenzó a moderla en diferentes partes del cuerpo y la amenazaba con hacerle cosas peores. Cuando pensó que el calvario había terminado, la víctima intentó cambiarse pero su ex la volvió a tomar y le exigió que le realizara sexo oral.

La mujer relató que nadie del inquilinato quería ayudarla pese a los gritos dado que no querían involucrarse en problemas. En su lugar, subían el volumen de la televisión o la radio para no escuchar nada. Logró escapar cuando en un descuido del abusador, envió un mensaje desde el celular a sus compañeros de la remisería y al cabo de unos minutos, un automóvil se paró en la puerta y ella salió corriendo.