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POR FRANCO ALVARADO PARA VOCES CRÍTICAS

Caso Talló Figueroa: papelón de la UCASAL y de la Jerarquía Católica de Salta

¿Qué se oculta en realidad detrás de esta obscena situación?

Caso Talló Figueroa: papelón de la UCASAL y de la Jerarquía Católica de Salta

SALTA.- (Por Franco Alvarado para Voces Críticas) Cuando días pasados tomó estado público la desvinculación del cura Luis Talló Figueroa, quien había sido despojado de su cátedra de Teología en la UCASAL, debido a dos supuestas denuncias de “pedido de favores sexuales” a cambio de aprobar la materia, la opinión pública sometió al escarnio mediático a la figura del sacerdote, prodigándole toda clase de epítetos degradantes.

En realidad y fuera de verdad, la cuestión no salió a la luz porque la Universidad Católica hubiera enjuiciado la conducta del cura Talló Figueroa, sino porque fue éste mismo quien se presentó ante los Tribunales demandando la situación y pidiendo que sea investigada hasta las últimas consecuencias. Caso curioso pero allanado al estado actual de cosas en que el denunciante aparecía como el victimario.

Al mejor estilo de la Inquisición medieval, la UCASAL se negaba a dar los nombres de los supuestos acusadores del cura y mucho menos mostrar documentación alguna donde constaran tales denuncias, de donde tamaña infamia no tenía mayor “solidez” que un comentario, todo bastante para despedir sin indemnización al cura Talló luego de 23 años de servicios.

En menos de cuatro jornadas, la UCASAL termina reconociendo de que no existieron tales denuncias y mandando al archivo la causa, con la simpleza propia de un emergente mental o bien sentados en el pináculo de una soberbia en grado de incalificable.

Obviamente, ahora el cura Talló accionará contra la UCASAL, no sólo por un despido sin causa, sino y sobre todo por la descalificación de su persona y de su ministerio provocadas por el accionar malicioso de la Universidad.

Pero ¿qué se oculta en realidad detrás de esta obscena situación? Sería un capítulo más de una furiosa interna eclesial entre benditos del arzobispo Mario Antonio Cargnello y curas que desean ejercer un apostolado simple y claro. Estaría jugando además el nerviosismo de un arzobispo que sabe de los cuestionamientos de las bases sociales y que estaría consciente de operaciones que estarían en marcha a nivel del Episcopado para trasladarlo de lugar.

Una fuente que frecuenta los altos niveles eclesiásticos y que pidió guardar su identidad, deslizó que en el Episcopado se estaría hablando de la incapacidad manifiesta del arzobispo Cargnello para resolver situaciones que están llevando a la Iglesia Católica local a un desprestigio que no tiene medida en la historia. Su silencio sepulcral ante la grave crisis social del norte y su docilidad con el grupo comandado por el Opus Dei, además de la caída en los niveles de evangelización, serían las causales de que la figura de Cargnello se halle tan devaluada ante el Episcopado.

Además de la ineficiencia pastoral, hay quienes susurran que puertas adentro de la Curia de Salta habría iniciadas unas treinta causas canónicas contra ministros del Señor que incluirían los más variopintos pecados motivo de condenación, no sólo espiritual sino penal: abusos, pedofilia, estafas y otras categorías tipificadas en el Código Penal Argentino estarían en danza y que  aguardan al amparo del llamado “Sigilo Pontificio”.

En medio de este desorden, sería el caso de que algún entenado del círculo íntimo de Cargnello habría estado ambicionando el puesto de Talló y decidió utilizar el expediente de más “pronto despacho” como es su defenestración moral ante la sociedad para ser nombrado en esa “Casa de Altos Estudios”, que por lo visto tiene la moral y los principios bastante bajos.

Muy anticipadamente los acólitos del círculo rojo del “Gran Bonete” como llaman a Cargnello los opositores se frotaron la manos con el caso Talló, porque ahora la UCASAL, léase la Curia de Salta, enfrentaría una demanda abultada por el resarcimiento del daño moral injustamente causado.

Sería de tal calibre la interna del presbiterio salteño que sobrevuela un gran temor en la casa arzobispal ya que se habrían detectado fugas de información sobre la situación de algunos sacerdotes encausados y otros que aún no están en esa condición pero tienen pecados para confesar, que existiría una caza de brujas para dar con el “topo” que está poniendo en manos de algunos medios de comunicación información que provocaría un terremoto más intenso que el de 1692.

Por Franco Alvarado  para Voces Críticas

 

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