Salteña denunció abuso policial contra su hijo: "Le reventaron el ojo"

SALTA.- (Redacción Voces Críticas) Una madre salteña denunció un nuevo caso de abuso policial. En esta oportunidad la víctima fue Luciano Cruz, de 19 años, quien perdió el ojo derecho y los profesionales de la salud trabajan para salvarle el izquierdo.

En diálogo con El Tribuno, Carina, su mamá, contó que el joven fue a trabajar el domingo a las 23 y salió el lunes a las 11 de la mañana. Sin embargo, antes de ingresar a su domicilio en el Barrio Norte Grande, fue alcanzado por balas de gomas de efectivos policiales de la décima.

"Justo ayer -por el lunes- estaba de viaje y recibí un llamado cerca de las 13:30. Me avisaron que a mi hijo le habían pegado un tiro en la cara, prácticamente lo fusilaron, lo acribillaron a tiros", relató la mujer en tanto detalló: "Además de la cara, recibió como diez tiros más en el cuerpo por parte de policías".

Carina indicó que su hijo permanece en el Hospital San Bernardo con custodia porque, según le dijeron, “generó disturbios”, algo que ella niega. Además comentó que Luciano fue trasladado por los mismos vecinos al nosocomio donde "mi nuera me contó que ingresaron los policías y comenzaron a golpearlo. Si bien en el momento de la agresión él estaba solo, me dijo que los médicos y los enfermeros intervinieron después de escuchar el ruido en la habitación”.

“Mi hijo trataba de defenderse con patadas porque tenía los ojos vendados", agregó. Por otro lado, de acuerdo con la denuncia radicada, la víctima pudo escuchar el nombre de uno de los policías que lo agredieron: "Un tal Tolaba".

Carina contó que el lunes, cuando su hijo estaba llegando a su vivienda, observó "un disturbio entre policías y personas de civiles al frente de nuestra casa y siguió porque quería llegar". En ese momento el muchacho, padre y esposo, dio cuentas que uno de los uniformados "lo apuntó y después sintió el impacto, cayó al suelo, se sacó la remera para taparse la cara y siguió sintiendo los perdigones en su cuerpo".

La mujer afirmó que todo tuvo lugar en la manzana 264 B, casa 18, del Barrio Norte Grande. "No es la primera vez que los policías pasan por el lugar y empiezan a los tiros, es una esquina donde hay un descampado y tanto chicos como grandes suelen jugar a la pelota", señaló.

"Le tiraron con balas de goma, el ojo derecho lo tenía reventado a la mitad y el otro con un pedazo de perdigón. Los policías se fueron y lo dejaron tirado, haciendo abandono de persona. Un vecino le limpió la cara, le pasaron un toallón y lo cargaron en una moto porque la ambulancia no llegaba. Fue trasladado al Papa Francisco donde se armó otro disturbio con los policías. Exijo justicia, los policías no tuvieron dignidad ni compasión por mi hijo, tiraron a quemarropa", aseveró Carina.