Desgarrador recuerdo del padre del salteño Ramiro Arjona, uno de los tripulantes del Ara San Juan

SALTA.- (Redacción) Voces Críticas dialogó en exclusiva con Faustino Arjona, el papá de Ramiro Arjona, uno de los tripulantes del Ara San Juan, a 2 años de la desaparición.

V. C.: ¿Se han comunicado con ustedes para comentarles los mecanismos de búsqueda?

F. A.: Fueron dos años de mentiras, 2 años de incertidumbres que pasamos como padres, 2 años de dolor porque uno no puede saber la verdad. Desde el momento que desapareció nos mintieron, el 17 de noviembre cuando encuentran el submarino nos volvieron a mentir; es verdad que encuentran el submarino, pero nos mintieron que los chicos estaban adentro. Todo fue mentira del Gobierno y de la Armada. Actualmente queremos reunirnos los padres en Mar Del Plata y abrazarnos como en un principio cuando estuvimos juntos, pero ahora no hemos podido porque económicamente no nos da. El Gobierno y la Armada no nos dan la petición que le hicimos que es el pasaje y el hospedaje, nos cerraron totalmente las puertas. Seguimos en la lucha y esperamos la justicia de Dios como buen católico.

V. C.: Es un tema que no está resuelto, no está claro y ha dejado a muchas familias doloridas.

F. A.: Así es; por ahí escucho comentarios que nuestros hijos sabían a dónde iban, a mi hijo le gustaba mucho y estaba muy orgulloso cuando terminó el curso de maquinista de submarino, pero el dolor más grande es no ver el cuerpo. Si me hubieran entregado el cuerpo de mi hijo estaría orgulloso de poder sepultarlo; pero para mí en este momento mi hijo no está muerto, mi hijo está vivo, aunque me digan loco este es el sentir de un padre.

V. C.: ¿Qué recuerdos tiene de su hijo?

F. A.: Sus sonrisas, sus bromas, su tranquilidad, nunca fue un chico alterado, un chico muy atento con la familia y cuando formó su familia estuvo muy atento con su grupo familiar también.

V. C.: ¿Tenía hijos?

F. A.: Sí tiene 2, una nenita de 17 años y un varoncito de 11 años.

V. C.: ¿Cómo se le explica a los nietos esta situación?

F. A.: Los vi hace poco, ellos vinieron a Campo Quijano, pero no quise tocar el tema y ellos tampoco. Los psicólogos siguen trabajando con ellos.

V. C.: ¿Es complicado poner este tema sobre la mesa porque es una herida que todavía no está cerrada?

F. A.: Así es, uno ve a los nietos y a la esposa, y se quiebra. Ellos están al igual que nosotros, sin saber la verdad.

V. C.: ¿Cree que la nueva dirigencia nacional tiene que dar la cara e intentar mitigar algo del dolor que han sentido los padres?

F. A.: Ojalá. Dios escuche lo que usted dice y puedan acordarse de los 44 chicos que desaparecieron. Dios es justo y nosotros esperamos la justicia de Dios, porque la justicia Argentina camina de acuerdo al poder.