Datos que alarman: aumentan los femicidios en Salta

SALTA.- ( Redacción) Voces Críticas dialogó en exclusiva con la presidenta de la fundación Cintia Fernández, Ana Fernández. Advirtió que son preocupantes los números de femicidios que está contabilizando la Provincia hasta la fecha.

V. C.: Presidenta Fernández, en lo que va del año hay 8 femicidios en la ciudad de Salta, ¿Hay que preocuparse por estos números?

A. F.: Sí, es una alarmante cifra. Diría que más que 8 son 9 femicidios, porque cualquier muerte violenta de mujer, según el protocolo de la ONU del cuál nosotros estamos adheridos desde diciembre del 2019, es un femicidio.  Además de la pandemia del covid, se sumaron la pandemia de los femicidios y del transfemicidio.  Vemos que la mayoría de estos femicidios, eran de ex parejas. Sucedió en el caso de Tartagal de la semana pasada y en Salta en el caso de la señora Leonor Gine, fue un familiar directo de la víctima. Vemos que va en aumento la pandemia de los femicidios.   Lamentablemente la víctima convive con el agresor violento,  porque muchas de ellas no tienen la posibilidad de irse a otro lado. Si bien hay una casa de refugio, en Salta no alcanza e inclusive   hay un proyecto, a nivel nacional, de dar un subsidio a las víctimas de violencia que va a ayudar a sacarlas de ese ámbito violento,   porque muchas de las mujeres no se pueden ir de la casa debido a que dependen económicamente, tanto ellas como sus niños, del violento. Nosotros venimos trabajando para garantizar los derechos de las personas en situación de violencia de género y otros tipos de violencia. Nos ocupa y preocupa muchísimo lo que está pasando. Nuestro plan estratégico, fue la creación del área académica, dar charlas de concientización y prevención porque si se previene desde la niñez vamos a romper todo este estereotipo ante la violencia.

V. C.: Ana Fernández, ¿Cree que en la mayoría de los casos tiene que ver con una cuestión socioeconómica?

A. F.: Sí, las mujeres que viven con el violento no tienen otras posibilidades. La mayoría no tienen otras posibilidades porque conviven con el agresor por una necesidad económica y faltan políticas de Estado que apunten a ponerle una pulsera al agresor, no a la víctima, porque lamentablemente, los agresores no cumplen las medidas de restricción.  Con el COVID se potenció mucho más porque se controla mucho menos las medidas de prohibición y las vulneran permanentemente.  A pesar de todo lo que hemos avanzado con las leyes, las campañas masivas que se hacen, el compromiso de muchas organizaciones a nivel nacional e internacional y nuestra lucha, que la hacemos todos los viernes en forma virtual, pareciera que nada de esto alcanza. Me quedo sin palabras porque no sé cuál es la explicación, qué es lo que nos falta como sociedad y como política de Estado.

V. C.: ¿Cree que el Estado siempre llega tarde a intervenir en estas cuestiones?

A. F.: Así es. El viernes me tocó acompañar a una señora víctima de violencia de género, que fue a un lavadero y el dueño del lavadero le pegó una patada en la pelvis. Por esta razón, estuve acompañándola el viernes a las 9 de la noche porque ella estaba temblando y me pidió que la ayude. Cuando el violento fue la Policía, le tiraba besos a la señora, como haciéndose el gracioso. El problema es que este tipo le sacó los datos a la señora, cuando le lavaba el auto y la amenazó diciendo “voy a ir por vos y te vas a acordar de mí toda la vida”. Fue una amenaza de muerte dirigida a una señora que vive sola con su abuela. Esta señora tuvo la posibilidad de tener mi teléfono y que yo la acompañe pero sino todo es un letargo en la Justicia, el Estado en estos casos siempre llega tarde.

V. C.: ¿Qué se puede hacer para agilizar esto?

A. F.: El consejo que le doy a todas las mujeres que están viviendo una situación de violencia, es que por favor no se callen, se acerquen a una Policía del barrio y le exija que le tomen la denuncia porque esto es un derecho que tenemos. Después se verá cómo se avanza en la causa. También   es importante, en estos tiempos de pandemia, pedir auxilio a un vecino, una compañera, por Whatsapp o de alguna forma para hacerse notar de que está sufriendo violencia.  Hoy la sociedad también tiene que colaborar y si vemos un acto de violencia no tenemos que ser cómplices o llamarnos al silencio porque este es un compromiso de todos, nunca es tarde para hacer estas denuncias y nadie está exento de sufrir este tipo de violencia. Estas son situaciones que tenemos que comprometernos la sociedad entera junto al Estado.