Comenzó la novena a San La Muerte en Salta

SALTA.- (Redacción Voces Críticas) Desde hace cuatro días, un grupo de salteños comenzó con la novena a San La Muerte. Cuando esta termine, el 24 de agosto a las 21hs, los devotos llevarán a cabo la Gran Fiesta Del Señor en la que habrá una procesión, cena, músicos, sorteos y consagraciones.

Cabe destacar que la creencia en este santo se origina durante la colonia, en la zona del litoral argentino, y se fue expandiendo a distintas localidades de nuestro país.

A San La Muerte se le adjudican diversos poderes, entre ellos “hacer a sus fieles invulnerables al daño, además de inclinar a su favor la suerte en la fortuna y el amor”. Las celebraciones a lo largo del país suelen desarrollarse durante todo el octavo mes del año.

Por otro lado sus devotos indican que “sus imágenes sirven de amuleto, y suelen ser talladas (a excepción de la guadaña que se le suele añadir) en una sola pieza de madera dura, hueso (en ocasiones huesos humanos), plomo, yeso, etc”.

Dicho amuleto debe estar bendecido, “pero al ser considerado parte de un culto no cristiano, la iglesia se niega a realizar bendiciones de la estatuilla o cualquier representación de San La Muerte”. De esta manera, sus devotos asisten a las misas católicas con estas representaciones, “y cuando el sacerdote imparte la bendición, el portador toma a la imagen con sus manos así le ‘transmite’ la misma”.

No obstante, otra alternativa es pedir la bendición de la figura a dos personas que sean consideradas católicas.

Durante el primer día de la novena, se reza la siguiente oración: "Amado Santísimo San La Muerte, calma todas las preocupaciones que nos causa esta enfermedad, desde el dolor y el desconcierto, concédenos el valor y la paciencia, ayúdanos con tu poder a sentir alivio y que se restablezca, prontamente la salud, según tu voluntad. Amen".

Las ofrendas más comunes al santo son: whisky, cigarros puros, velas rojas, velas blancas, velas blancas y negras, claveles rojos o blancos, flores silvestres, dinero, oro, plata, o cosas dulces. En el caso del dinero y el oro, “son ofrendas que no deben sacarse del altar para usar en alguna ocasión determinada. Una vez que se le ofrendan, él es el dueño de las mismas".