¡Afirman que la leche de cucaracha puede ser el alimento del futuro!

MUNDO.- (Redacción Voces Críticas) Estudios iniciados hace ya un tiempo señalan a la leche de cucaracha como el alimento del futuro. En tiempos de coronavirus, “nada te turbe, nada te espante”, al mejor estilo santa Teresa de Jesús.

Pero ¿qué tiene de especial la leche de cucaracha? El solo mencionar el nombre e imaginarlas volando o en el piso de un lado para otro generan una sensación de rechazo automática. No en vano la señalan como uno de los insectos casi imposibles de eliminar, incluso en una hipótética destrucción total del mundo, especialistas insisten en afirmar que las cucarachas cuentan con altísimas posibilidades de vivir “for ever”.

Dejando de lado la capacidad de supervivencia de estos blatodeos, la leche de cucaracha se pone a la delantera de las investigaciones. El Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de India desarrolla una teoría investigada por uno de sus equipos de científicos que afirma que el descubrimiento de cristales de proteínas que las cucarachas poseen en sus intestinos sería de alto valor energético. Ese reservorio es propiedad de la especie “diploptera punctate”, una especie que aporta como alimento para sus crías una leche.

A  esta especie se la encuentra generalmente en India, China, Samoa, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Birmania, Tailandia, Australia y Hawái. Pero no entremos en pánico, porque no se trataría de “ordeñar” una cucaracha, para extraer leche de cucaracha, sino simplemente habría que centrarse en el líquido compuesto por un mix de proteínas, grasas, azúcares y distintos tipos de aminoácidos.

¿Dónde podemos encontrar la leche de cucaracha? El líquido segregado forma parte del organismo de la cría, permanece en el intestino tras ingerirlo, es desde allí desde donde se extraerían los cristales para sintetizar la proteína de la que hablamos.El desafío para obtener el lácteo tan preciado es replicar la secuencia del cristal de la proteína en laboratorio, reproducirlo de manera artificial y luego, de forma masiva, distribuirlo a las bocas de expendio.

A pesar de que la investigación es del año 2016 y se originó en mencionado Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de India, los estudios para la obtención de leche de cucarachas continúan de la mano de la moda de consumir insectos alentada por los orientales. Como dato basta mencionar que 6.000 millones de cucarachas (tipo americano) son criadas en granjas chinas. A modo de establos diminutos, estas nacen, crecen y se reproducen, en la oscuridad, lejos de la luz solar.

El sistema de crecimiento y engorde es por medio de la basura. Los insectos, al ingerir toneladas de este “alimento, crecen transformándola en proteínas de alta calidad, lo que las convierte en nutritivas, de allí el alto concepto que tiene la leche de cucaracha.

Pasados los seis meses desde su nacimiento son introducidas en grandes tanques para cocinarlas al vapor. Así se logra extraer el etanol que la cucaracha contiene, quedando el extracto o esencia de cucaracha: se trata de un tónico milenario empleado en China para presentar batalla a la fiebre y dolor de estómago, empleada incluso en hospitales. ¿Se hará algo parecido con la leche de cucaracha?

Tranquilos, que todavía no se ha autorizado su uso y menos aún su distribución. Pero cuidado, porque una partida llegó a las bocas de expendio españolas y se agotaron en cuestión de días. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) no se cansa de repertir que la cucaracha es el futuro y que la leche de cucaracha aporta una increíble cuota de salud al organismo, es más insisten que la mejor forma de procesarla para la venta sería en pastillas o grageas. ¿No será suficiente con los chinos y la sopa de murciélago?