2020-06-18

¡MARCHE UN TERMIDOR A LA LEGISLATURA!

El cargo a la cabeza, el alcohol también: la diputada Noelia Rigo fue sorprendida “entre San Juan y Mendoza”

SALTA.- (por Laureano Núñez Bazán) Cuando la calma parecía estar asomando a la ciudad de Salta, y aún con tibias muestras de que el coronavirus no quiere rendirse y retroceder, se conoció un hecho que por estas horas está sacudiendo las bancas de la Legislatura salteña. La kinesióloga Noelia Rigo, hoy diputada provincial, fue pescada “in fraganti” con algunas dosis de alcohol en sangre en exceso, "entre San Juan y Mendoza", como vulgarmente se dice.

Noelia Rigo, Noelia Rigo… pensaba cuando llegó a mi oídos la noticia, y automáticamente me remonté a noviembre del pasado año, cuando en plena campaña electoral se abrazaba a su compañera de lista, la hoy también legisladora Mónica Juárez, gustosa de que sus carteles empapelen la ciudad de Salta, con mucho para mostrar y casi nada para decir.

Inmediatamente recordé también que Noelia Rigo es “la masajista” de Mónica Juárez, aquella que la periodista había puesto “de relleno, como para figurar y cumplir con los requisitos electorales” según los jugosos corrillos políticos de ese momento.

Pero la suerte no le fue esquiva a Mónica Juárez, tampoco a Noelia Rigo porque el tsunami arrolllador de 57.000 votos obtenidos por la primera arrastró a Rigo, que según mentas “¡ni siquiera ella podía creerlo!”. El runrún crecía al mismo tiempo que el ego, y el desconcierto de la kiniesióloga dio paso a la cloquera de esta gallina que más que dos pechugas parecía tener cuatro, tal era el “agrande” que portaba.

Imaginaba el momento en que Mónica Juárez le pidió a Rigo que formara parte de la lista. Masaje va, oflada viene, como parte del tratamiento fisioterapéutico, digo, y por qué no con cafecito de por medio, Noelia Rigo le habría dado el “sí quiero” a esta diputada que se lanzó a la faena de recorrer los barrios, a diferencia de Rigo que declama por Twitter discursos leídos con voz almibarada basados en el caballito de batalla de estas “nuevas arribeñas de la política salteña”: los derechos de la mujer. 

Pero esa “amistad” se quebró abruptamente… en cuestión de egos, los huevos se vienen rompiendo. Las gallinas de Rigo, digo de riña, una para un lado y la otra por otro, fueron a desembarcar en la Legislatura, condensando sus diferencias en cuanto micrófono vernáculo se le acercara. Tristemente Rigo pareció olvidar el favor de Juárez que la tocó con una varita mágica, porque si a méritos nos referimos nada podemos argumentar: ni manos mágicas, ni carisma, menos conocimiento político, tampoco lealtad hacia su “David Copperfield legislativo”. Ni siquiera ella misma tuvo la oportunidad de votarse, ya que andaba paseándose cual turista de cabotaje por tierras jujeñas.

Pasaron los meses y ahora sale a la luz que Noelia Rigo condujo alcoholizada un móvil el 18 de mayo de 2020, en plena pandemia. Parece que la tolerancia cero no llegó al tanque de Rigo, así como tampoco este "Pepito" la tuvo con su "Rodolfo Aredes" electoral. Por esta imprudencia fue inhabilitada por los jueces José Echenique Aráoz del Tribunal de Faltas y Christian Abdenur.

Sobrevuela mi mollera la inevitable pregunta: ¿qué les pasa a estas mujeres? Y recuerdo a la flamante concejal Cande Correa esquivando preguntas sobre la conveniencia de que el transporte público y la recolección de basura vuelvan al ámbito municipal… "Este que...”, diríamos al mejor estilo Pucho de “Hijitus”.

Así estamos en las huestes políticas, más menos que más, diría el campesinado. ¿Cuál será el argumento de Noelia Rigo para su repentino “boire trop” (exceso en el beber)? A juzgar por el paño no podrá esbozar ni siquiera que es producto de la “part des anges” (la parte de los mejores vinos que se beben los ángeles), porque con suerte habrá marchado Toro o Termidor, pues desestimo de cuajo que el alto porcentaje en sangre registrado pueda ser producto de una ingesta de Chateau Petrus… ¡O tempora, o mores! (¡Qué tiempos, qué costumbres!), diría Cicerón. Y parafraseando al bloque que acoge a Noelia Rigos, culmino esta reflexión con esta interrogación: ¿Salta tiene futuro?

Gentileza La Yapa

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