2020-11-07

EN PARIS

Murió Pino Solanas y dejó un cuantioso legado cinematográfiico

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) Tras estar varias semanas internado con diagnóstico de coronavirus en París, falleció Pino Solanas, a los 84 años. Lo informó Daniel Lipovetzky y a los pocos minutos las redes sociales se colmaron recordándolo.

Es que además de desempeñarse como embajador argentino ante la UNESCO, y haberse dedicado a la política los últimos años de su vida, la mayor parte de su trayectoria proviene del cine, donde quedó impregnada su impronta en obras que son recordadas hasta la actualidad. 

Solanas nació un 16 de febrero de 1936 en Buenos Aires, y desde muy pequeño demostró su amor por el cine. Entre sus obras se destacan La hora de los hornos (1968) codirigida con Octavio Getino y El exilio de Gardel (Tangos) (1985).

La hora de los hornos, rodeada una leyenda urbana que cuenta que Solanas sacó los rollos en plena dictadura de Onganía con el fin de editar el documental en Italia y proyectarlo clandestinamente más tarde -premios en Pesaro y Cannes mediante- en locales partidarios y sindicatos de todo el país.

Posteriormente fundó el grupo de Cine Liberación con Getino, y tuvo un acercamiento con Juan Domingo Perón, quien los mandó a llamar a Puerta de Hierro. Desde esas entrevistas nacieron piezas testimoniales por medio de las cuales el líder impartía instrucciones. 

En ese período, el director de cine recibió amenazas de muerte de la Triple A, y aunque en 1975 consiguió completar su primera película de ficción, Los hijos de Fierro demoró nueve años en poder proyectarse. Tras el golpe del 76, tuvo que escapar a España y finalmente instalarse en Francia.

Con el regreso de la democracia logró sus mayores éxitos en Venecia y La Habana recibe premios por El Exilio de Gardel (1985) y lo designan el mejor director en Cannes por Sur (1988), donde reunió a Fito Páez con Roberto Goyeneche.

 

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