Un siglo de historia hecho trizas: Miguel Nanni el hombre que subastó a la UCR de Salta

SALTA.- ( Por Franco Alvarado para Voces Críticas) Podría parafrasearse al “Gabo” García Márquez y decir que el derrotero iniciado por Miguel Nanni era la “Crónica de una muerte anunciada”. Despojado de todo valor moral, de todo respeto por la gloria de ese Partido que hizo nacer la democracia en la Argentina y cegado por una codicia desmedida, Nanni llevó a la UCR de Salta al desplome final. Logró lo que nunca antes ningún dirigente había conseguido, atomizar al partido, dividir a los correligionarios y provocar algo todavía más insólito en un partido que había nacido para custodiar los valores republicanos, sumergirlo en el más escandaloso fraude para mantenerse en el poder. 

Embebido de una soberbia satánica, Nanni no fue capaz de discernir el signo de los tiempos. Cuando los partidos políticos yacían yertos, vaciados de ideología, con la militancia perdida, era necesario agruparse en Frentes para conservar el ejercicio democrático. Así lo visualizó “Lucho” Zavaleta y llamó a la unidad partidaria primero y luego a formar junto a Gustavo Sáenz, pero Nanni llamó a esos radicales “traidores” y  manipuló la Convención.

Cuando Juan Carlos Romero, autor intelectual y material de la alianza Macri-Pichetto lanzó su candidatura a senador nacional y “Cambiemos” apoyó esa unión, Miguel Nanni no dudó en defenestrar a Romero de quien tiempo antes había dicho que había que jubilar. Sin embargo, a la hora de estar en la boleta, Nanni utilizó sus influencias nacionales para dejar fuera de juego a José Ibarra, su contendiente y para entonces Romero ya no le producía ningún tipo de repulsión y se mostraba sonriente frente al veterano senador nacional. 

Sostuvo con firmeza que le bastaba para competir “La Lista 3”, es decir, ir solos, pero bien pronto se dio cuenta de que el único que estaba solo era él y salió a vender a la UCR. El mismo Nanni, que había criticado al intendente Sáenz y tratado de “traidores” a quienes se sumaron al Frente, se desesperaba llamando al líder de ese espacio buscando un “lugarcito”; llegó hasta sacarse una foto con él…, horas más tarde cometía otra felonía más, cerrando con Alfredo Olmedo. 

La decisión de Nanni de irse con el “Cepillo Olmedo” terminó de fracturar a la UCR y ahora son tres las líneas que irán por distintos carriles, una de ellas en abstención. 

La historia política de Salta recordará el día en que aquella Unión Cívica Radical, que diera dirigentes de la talla de Michel Torino, de Decavi, de Néstor Quintana y otros tantos nombres consulares, que fundaron un Diario legendario como “El Intransigente”, que sufrieron persecuciones y cárcel por mantenerse firmes en sus ideales, terminó convertida en una ramera política para satisfacer los bajos instintos políticos de un solo hombre: Miguel Nanni.

Franco Alvarado