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¿MIGUELITO HASTA LAS MANOS?

Miguel Nanni o el triste caso del Perro Arrepentido

¿Dónde quedó aquel Nanni que sellaba los destinos de sus correligionarios con el índice?

Miguel Nanni o el triste caso del Perro Arrepentido
Por Redacción Voces Críticas
jueves 18 de julio de 2019

SALTA.- (Redacción Voces Críticas) Atrás quedaron aquellos momentos de altanería y soberbia cuando desde el podio de la conducción de la Unión Cívica Radical, Miguel Nanni bajaba el pulgar para sentenciar el destino de aquellos que pensaban distinto, que veían el signo de los tiempos que aconsejaban reunirse en un consorcio político de partidos para lograr un resultado contundente. 

A pesar de que el estado de postración electoral del radicalismo salteño era evidente, Nanni y sus “Magníficos” no dudaron en tachar de traidores a los “aliancistas” que tejían un acuerdo con el Frente que lidera Gustavo Sáenz

Para más, en el medio una elección interna de dudosos y discutidos resultados, no hacía más que contribuir a debilitar a la cúpula radical que se iba quedando cada vez más en soledad. Tanto, que la postulación de Miguel Nanni como precandidato a diputado nacional habría salido de una mesa de café en un conocido hotel céntrico donde al mejor estilo de la época conservadora y del “Fraude Patriótico”, los presentes dijeron “vos sos el candidato”. 

Paradoja de la historia, ya que fue el radicalismo desde la Revolución de Parque el partido que luchó para torcer esa historia de arreglos espurios a espaldas del pueblo, y ahora resulta que estos radicales se valían de aquellos métodos execrables a la democracia para sustentarse en los cargos y postularse “a piacere”. 

Surgió allí el sonsonete “Somos la Lista 3”… pero en realidad eran 3 en la lista, no había nadie más para opinar. Con este pasaporte confeccionado a medida, Nanni se ocupó de hacer lo que más aprendió, “rosquear” en Buenos Aires para dejar fuera de juego a su oponente, José Ibarra, hombre del sindicalismo que con grandes esfuerzos logró mantenerse en la puja. Otra paradoja, Nanni, salía muy contento en la boleta al lado de Juan Carlos Romero. 

Pero el lazo al chivo en el cuello se le va ajustando a medida que lo va tirando y así Nanni de pronto se vio que estaba solo, de soledad absoluta, de mantenerse así la cosecha de votos sería magra y en consulta con los “Magníficos” le habrían sugerido: “Y bueno che, llámalo a Gustavo”.

Fuentes muy bien informadas indicaron que en las últimas horas Nanni ha dedicado como un ejercicio místico horas al discado del número del Lord Mayor, Sáenz, quien por sus ocupaciones –o por no querer ocuparse de Nanni- no atiende las llamadas. 

En conclusión: ¿Dónde quedó aquel Nanni que sellaba los destinos de sus correligionarios con el índice? Él y su séquito que presumían de radicales de paladar negro “Lista 3” y llamaban traidores a los aliancistas por estas horas se preparan a cometer la mayor de las felonías: traicionarse a ellos mismos implorando ser admitidos en la  mesa donde ya comparten aquellos “que se fueron”, pero que ahora le piden a Sáenz que los acepte.

Por Pablo Fontanes para Voces Críticas

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