Cuando un amigo se va: Martín Grande no teme una denuncia de Matías Huergo Cornejo

SALTA.- (Por Laureano Núñez Bazán para Voces Críticas) Calentitos están los panchos con el tema que mantuvo en vilo el año pasado a la cúpula municipal en pleno clima preelectoral. Hablamos nada más y nada menos, señores, del sonado “affaire” facturas apócrifas, obra pública y bolsillos llenos. ¿Le suena? En pleno clima de coronavirus, corren nuevos aires en la trama de este culebrón que se cobró más de un sofocón hospitalario de altas autoridades municipales de entonces. Ahora, Martín Grande levanta nuevamente el telón en declaraciones radiales y afirmó no temer una denuncia de su examigo Matías Huergo Cornejo.

En el programa “Qvo Vadis” del periodista Jorge Calvo, transmitido por Radio 10 Salta, el diputado nacional Martín Grande se despachó sobre el caso Matías Huergo, quien fuera detenido por la acusación sobre facturas apócrifas, acusado por el fiscal Toranzos de conformar una asociación ilícita.

“En realidad lo que yo le dije: ‘Vos acá sos el salame, no te consideres pan por favor, porque sos un salame’. Y la verdad no di los nombres, entre quién y quién eran el pan. Sin lugar a dudas, el salame era y es Huergo, no cabe ninguna duda”, afirma el diputado Grande sin tituberar en la entrevista.

Como si de un parnaso, pero de delincuentes, se tratara y en vísperas de escuchar a la pitia del oráculo de Delfos, la voz de Grande se hace sentir: “El tema fiscal, dentro de pocos días van haber novedades importantes al respecto”. Pero eso no fue lo único con lo que se despachó Grande en la jugosa entrevista del programa de Calvo: “Espero que lo dilucide la Justicia, pero te voy a dar una novedad, de acuerdo a mi fuente, el tema fiscal, que es el único que siguió adelante la Justicia Federal, porque hubo una disputa por donde debía seguir la causa, si en la provincia o en Nación. La causa está en manos de la Federal para el tema fiscal, y en manos de la Justicia provincial, para el tema provincial”.

Recordando la época de “amigos son los amigos”, si podemos llamar así a la empatía que unía a Martín Grande con Matías Huergo, el diputado nacional se metió en el túnel del tiempo y trajo a colación las recomendaciones vertidas a su entonces amigo cuando ya tenía la “cincha en la verija”, diría el gauchaje del pago. “Cuando yo lo fui a visitar, lo que pedí que haga es que diga la verdad y que se transforme en un testigo arrepentido para dilucidar rápidamente quienes son los que robaban”, rememoró Martín Grande.

Esto no fue todo en la jugosa entrevista del periodista Calvo, porque el interrogado se refiere sin tapujos a la impunidad que existe en Salta, tomando como referencia el hecho de que probablemente el caso Huergo se resuelva en el ámbito de la Justicia Federal, más no en la provincial. 

Entonces se despachó alertando “a prestar atención cuales son los cargos que se realizan”, y aclaró: “Espero que sean lo suficientemente fuertes para asustarlo, para que se dé cuenta que es mejor negocio decir la verdad y estar libre, que ocultarla y estar preso. Porque si la pena que tiene el fiscal es superior a los tres años, es decir no excarcelable, de otra cosa vamos a estar hablando”, sentenció. 

“Con total conocimiento de causa, olvidate que la Justicia provincial avance en este sentido. Acá existe impunidad plena. A nivel nacional vos sentís la sensación de impunidad, y ves las cosas que están pasando, y decís: ‘La pucha, aquí hay impunidad’. En la provincia no necesitamos ninguna sensación, sabemos que hay impunidad plena”, se refirió sin pelos en la lengua al ámbito judicial, infinitamente sospechado en los dos órdenes, provincial y nacional.

“Que los corruptos me hagan todas las denuncias que quieran”, machacó, e inmediatamente sacude como zurriago mis vapuleadas entendederas la sentencia de Proverbios que dice: “El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado. / El que guiña el ojo acarrea tristeza; y el necio de labios será castigado. / Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos"… Un escalofrío recorre mi espalda, y salgo pitando bajito, por las dudas.

La entrevista: