De Medio Oriente a Salta: los Reyes Magos irrumpieron en las peatonales y los niños se emocionaron

SALTA (Redacción Voces Críticas) La epifanía es uno de los acontecimientos más importantes para los creyentes católicos. Recuerda el día en el que los magos de oriente llegaron a conocer a Jesús, que aún permanecía en Belén, pues tenía apenas unos días de nacido. Siguiendo una estrella, llegaron hasta allí a hacerle varias ofrendas. 

Dos milenos después, se sigue recordando ese hecho, pero ya con un tinte más comercial. El Día de Reyes es uno de los más esperados por los pequeños, y como reza la tradición, colocan pasto y agua junto con sus calzados, esperando que Melchor, Gaspar y Baltasar les obsequien lo que tanto anhelan. 

En Salta, estos tres simpáticos personajes, salieron a pasear por las peatonales y sorprendieron a todos los transeúntes que por allí deambulaban. Los más emocionados, fueron los niños que a -al verlos- no solo se sorprendieron, sino que se acercaron a tomarse fotos y saludarlos. 

Esta tradición que mantiene la ilusión de los niños es uno de los gestos más altruistas que se pueden observar, luego de un año atravesado por la desilusión y la desesperanza, por la pandemia del coronavirus. Hoy, con los Reyes Magos, paseando por las peatonales salteñas, se renovó esa esperanza y las ganas de que este año sea mejor.

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Tradición

Según el evangelio de San Mateo, los Reyes Magos -nombre por el que la tradición cristiana denomina a los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente-, acudieron al nacimiento de Jesús para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica en aquellos tiempos: oro, incienso y mirra.​

Las escrituras aseguran que a los tres los guió la Estrella de Belén hasta el pesebre. Cuando llegaron, encontraron al niño Jesús recién nacido y lo adoraron. La tradición de convertir la noche de Reyes en una celebración con regalos para los pequeños comenzó en el siglo XIX en España y luego se expandió hacia otros países.

Una de las principales tradiciones vinculadas a la fecha es la carta que escriben los niños no sólo pidiendo el regalo que desean sino, también, destacando los logros que tuvieron durante el año.

Además, es costumbre dejar en la puerta del hogar los zapatos, para que los Reyes Magos depositen allí su obsequio. Junto a estos, también, se suele dejar agua y pasto (o algún alimento) para que los camellos en los que viajan puedan alimentarse.