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Qué recuerdo
El día en que Carlos Menem fue un Rolling Stones
El ex presidente recibió en Olivos a la mítica banda de rock and roll en su visita a la Argentina.
El domingo 5 de febrero de 1995, los Rolling Stones pisaban tierra argentina. La banda inglesa llegó para continuar con su exitosa gira por América Latina y su paso por el país no pasó desapercibido, especialmente para el entonces presidente, Carlos Menem, que los invitó a la quinta de Olivos y allí mantuvieron un encuentro que quedó en la memoria de todos.
El lunes 6 de febrero de 1995, los Rolling Stones pasaron su primer día en la Argentina. Durante ese tiempo en Buenos Aires, Mick Jagger se alojó en la habitación 1209 del hotel Hyatt. En esa misma suite ya habían estado Axl Rose, líder de Guns n’ Roses, y Luis Miguel. A la noche hubo una recepción en la embajada británica. “Fue una cena en ese jardín tan lindo de la embajada, con unas 120 personas”, relató Juan Bautista “Tata” Yofre, por entonces asesor del oriundo de La Rioja.
La recepción a los Stones
Al día siguiente, mientras los Stones daban una breve conferencia de prensa en el Hyatt, Yofre se sentó delante de Carlos Menem, en su despacho de la Casa Rosada. “Mirá, Carlos. Están los Rolling en Argentina y vienen amparados por la Corona Británica. Van a hacer cinco recitales en River: los necesito para la campaña electoral”, dijo. “¡Pero qué bárbaro, Tata!”, le respondió el entonces Presidente. “Hablame más de los Rolling...”, insistió.
Ese día, alrededor de las siete de la tarde llegaron a la Residencia de Olivos. El ex presidente los esperaba con un traje color crema y, fiel a su estilo, los recibió con todo su carisma. “¡Follow me!”, les dijo, sin ocultar su acento riojano. En una de las fotos históricas de este encuentro, Richards y Wood rodearon al expresidente y todos se abrazaron entre risas. Tal fue el encanto con la situación que el exmandatario confesó sentirse “un quinto Stone”.
“Ustedes tocan en el estadio más importante del mundo”, bromeó después el presidente, fanático de River. Los músicos se rieron a carcajadas y Jagger le confesó: “La gente estuvo increíble. Fue uno de los recibimientos más importantes que vivimos”.
