Robo de donaciones: la defensora civil de Tartagal quedó a un paso de la cárcel

SALTA (Redacción Voces Críticas) La defensora oficial civil del Distrito Judicial de Tartagal, Rosa Fabiola Díaz, quedó complicada luego de que allanaran su inmunidad. Sucedió esta tarde, y podría ir a la cárcel en las próximas horas, por el escándalo que se desató en pleno febrero, cuando otra de sus hermanas la denunció a ella, y a la concejal, Paola Díaz, de apropiarse de donaciones que enviaban a la comunidad wichí. 

La hermana de la edil está imputada por el delito de "administración fraudulenta de bienes ajenos no propios", y esta tarde, el Defensor General de la Provincia, Pedro García Castiella, confirmó que se allanó la inmunidad de la defensora, lo que le permite a las autoridades ordenar su detención, algo que podría suceder en las próximas horas. 

La denuncia contra Rosa Díaz, había sido radicada por el procurador general, Abel Cornejo, quien se presentó ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados del Poder Judicial y Ministerio Público de Salta, y la denunció por presunta comisión de delitos, mala conducta, mal desempeño y falta de cumplimiento de los deberes a su cargo. Además, el procurador solicitó, en la misma presentación, que se abra el proceso de remoción del cargo a la funcionaria del Ministerio Público.

Vergüenza nacional

Los entretelones de esta historia que avergonzó a los salteños a nivel nacional, se conoció por la denuncia de Sandra Liliana Díaz, hermana de las acusadas quien señaló que tenían acopiadas las donaciones de distintas fundaciones y organizaciones intermedias durante todo el año 2020 hasta la actualidad.

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados del Poder Judicial y Funcionarios del Ministerio Público resolvió hoy allanar la inmunidad constitucional de la Defensora Oficial Civil de #Tartagal, Rosa Fabiola Díaz#Salta #Justicia
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— Poder Judicial Salta (@prensaju) March 11, 2021

Según el testimonio de la denunciante, las donaciones nunca fueron entregadas a sus destinos y por el contrario habrían sido comercializadas por las funcionarias. Fundaciones como Noble, River Plate y Marinaro habían mandado pañales, zapatillas, indumentarias, agua mineral, alimentos no perecederos y artículos de limpieza e higiene personal, que jamás llegaron a destino.