En el día en que se conmemora el día del patrono de varios municipios de Salta

SALTA (Redacción Voces Críticas) Hoy se conmemora el Día de San Antonio, patrono de varios municipios de la provincia de Salta. Se trata del santo al que los fieles de las localidades de San Antonio de los Cobres, El Tala, Tartagal, Las Lajitas, Capitán Juan Page (Rivadavia) y La Viña del barrio capitalino que lleva su nombre y de un hogar de ancianos le rinden culto, al tiempo que acuden a su intercesión con la intención de encontrar un buen esposo o esposa.

Cabe destacar que es también santo protector de las mujeres estériles, de los pobres, de los viajeros, de los albañiles, de los panaderos y de los papeleros. A causa de las medidas preventivas para impedir la propagación de la pandemia de COVID-19, no habrá celebraciones masivas. Al respecto, en muchos casos, las actividades se transmitirán por medio de las redes sociales.

La historia del santo

De acuerdo a la Agencia Católica de Informaciones (ACI), San Antonio nació en Portugal en 1195 en una familia de la nobleza. Desde niño se consagró a la Santísima Virgen y fue admitido en los franciscanos a inicios de 1221, participó en Asís del capítulo general de la orden de ese año y tiempo después fue enviado a predicar en diversas ciudades, logrando un gran éxito en la conversión de los herejes.

Debido a que la gente buscaba estar cerca de él y algunos le arrancaban pedazos de su hábito, se le asignó un grupo de hombres para protegerlo luego de los sermones. En algunas ocasiones, predicaba en plazas y mercados y tan solo bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies. Según los relatos históricos, Antonio se trasladó a Padua, donde ya había trabajado anteriormente.

Allí, denunció y combatió el vicio de la usura pero poco a poco la salud de San Antonio se fue deteriorando y se retiró a descansar a los bosques. Cuando percibió que su vida llegaba a su término, solicitó retornar a Padua, pero solo pudo llegar hasta los límites de la ciudad. El 13 de junio de 1231 recibió los últimos sacramentos, entonó un canto a la Virgen y previo a partir a la Casa del Padre, dijo sonriente: “Veo venir a Nuestro Señor”.