La Municipalidad de Salta pone en valor el Mausoleo donde estuvo sepultado el General Martín Miguel de Güemes

SALTA (Por Martina Guzmán)A pesar de su importancia histórica y arquitectónica, son relativamente pocos los salteños que conocen el periplo que recorrió el féretro que contenía los restos del General Martín Miguel de Güemes, quien de fallecer en la Quebrada de la Horqueta fue sepultado el día 18 de junio de 1821 en la capilla de El Chamical. Un año más tarde fue exhumado y trasladado a la Ciudad de Salta donde fue sepultado en la antigua Iglesia Matriz, la que había sido de los jesuitas expulsos.

Hacia 1856 y siguiendo la costumbre de fundar cementerios alejados de la población, se inauguró el Cementerio de la Santa Cruz donde las familias principales comenzaron a erigir sus mausoleos, algunos de ellos, verdaderas obras de arte arquitectónico.

Entre estos doña Adela Nadal Güemes de Güemes mandó a construir el de la dicha familia que fue concebido y levantado nada menos que por Fray Luis Giorgi, ilustre franciscano llegado en la primera oleada de frailes italianos desde la Provincia franciscana de Roma. Giorgi se destacó por ser arquitecto, escultor, pintor, tallista, escultor, músico, todo un dechado de virtudes artísticas y que dejó su impronta en la Ciudad de Salta como ser el Templo de la Basílica Menor de San Francisco y su campanil, el más alto de Sudamérica, el frontis de la Catedral Basílica y su Altar Mayor, e innúmeros detalles en templos, edificios públicos y casas particulares.

En el caso del Cementerio de la Santa Cruz, Luis Giorgi no sólo ejecutó el Mausoleo de la familia Güemes sino toda la hilera de edificios funerarios que lo acompañan, así como el mausoleo de Rudecindo Alvarado ubicado en el ingreso central de dicho camposanto. Éste último mausoleo expone todavía la ruina del abandono y se supone que allí abajo estaría sepultado el propio Luis Giorgi.

Sobre el Mausoleo que nos ocupa, hay que decir que una vez terminado, los restos del General Güemes fueron trasladados a dicho panteón familiar el 14 de abril de 1877, donde permanecieron hasta el día 20 de octubre de 1918 cuando fueron finalmente trasladados al Panteón de las Glorias del Norte en la flamante Catedral, los restos de Güemes fueron trasladados del cementerio de la Santa Cruz a la nueva Catedral de Salta, donde permanecen hasta la actualidad.

Un abandono histórico

Desde esos tiempos, el mausoleo que contuvo los restos del General Güemes sufrió un crónico abandono. Ya hacia 1920, Benita Campos, insigne güemesiana y directora de la famosa Revista “Güemes” publicaba una nota titulada “Dos tumbas olvidadas” con la foto de ese mausoleo y el de Rudecindo Alvarado.

En tiempos en que el ing. Ennio Pedro Pontussi era el intendente, el investigador, Ernesto Bisceglia realizó un relevamiento de esos lugares y le elevó un informe con fotos dándole cuenta de que “El lugar se halla recubierto de vegetación, alguna de grueso porte, las urnas funerarias denotan el ultraje de manos anónimas y las puertas de hierro están desvencijadas”. Nada se hizo.

El Bicentenario llegó al cementerio

A la llegada de la fecha del Bicentenario de la Muerte del General Güemes, el famoso mausoleo continuaba en el mismo estado de ruindad. Sin embargo, el cambio en la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad, el nuevo funcionario a cargo, ing. Federico Casas, tomó conocimiento de la situación y mandó inmediatamente a limpiar y recuperar ese histórico monumento.

Hoy, el mausoleo donde reposaron los restos del General Martín Miguel de Güemes luce renovado y espera todavía el reconocimiento de los funcionarios para ser integrado al Circuito Güemesiano, ya que se trata de una obra no sólo de valor histórico sino patrimonial y arquitectónico.-