El cura Rosa Torino aplicaba un aberrante método de tortura a sus víctimas

SALTA (Redacción Voces Críticas) El cura Agustín Rosa Torino, afronta las instancias de juicio acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. Este jueves, se llevó adelante la quinta jornada de la audiencia de debate en la Sala IV del Tribunal de Juicio y se conocieron escalofriantes detalles del modus operandi del sacerdote. 

Uno de los testigos que declaró en contra de Rosa Torino, fue parte de la comunidad que estaba a su cargo. Aunque aseguró que no vio los abusos, contó que las víctimas le confesaron el calvario que les hacía padecer este religioso. Él, por su parte, fue víctima de maltratos y manipulaciones por parte de Rosa Torino, quien lo provocaba y amenazaba, al punto de decirles que si alguien hablaba, lo recluiría en un lugar lejano.

En medio de ese relato, contó que a causa de los abusos por parte de Rosa Torino, uno de los exnovicios víctima del sacerdote, le dijo que pensaba en suicidarse. Frente a tamaña confesión, este testigo, le aconsejó realizar denuncias canónicas, a lo que la víctima le explicó que tambié quería hacer una "denuncia de verdad" en la Justicia de Salta.

Otra de las víctimas, que aspiraba a ser monja, le relató a este testigo los maltratos que sufrió en manos de Rosa Torino. Además, confesó que al ser parte de su círculo, siempre la notaba tensionada y que siempre la trataban de loca. Afirmó que todas las denuncias canónicas fueron entregadas en la nunciatura y enviadas al Vaticano, -que nombró un comisario pontificio-, con copia para el Arzobispado de Salta.

Segundo testigo

Otro de los testigos que se presentó este jueves en el juicio contra Rosa Torino, fue el hermano de uno de los exnovicios víctimas. Sostuvo que su hermano le contó que fue abusado por el imputado, quien le tocó sus partes íntimas durante supuestas revisiones por varicocele.

El tercer testigo que declaró, es padre del mismo exnovicio. Afirmó que en una oportunidad, visitó a su hijo en Finca de la Cruz y lo notó raro. Le dijo que se quería ir de la congregación. Indicó que su hijo ingresó a la congregación a los 14 años, por vocación y sostuvo que tomó conocimiento de las situaciones de abuso por primera vez, al leer el diario de su hijo, que dejó olvidado durante un viaje.

Este hombre, que también dijo que quiere que el cura pida perdón, relató que a su hijo lo enloquecieron, como a muchos chicos. Se animó a comparar el modus operandi de Rosa Torino, con el que manejaba el régimen nazi y sus métodos de tortura.