El calvario que vivieron cuatro jóvenes abusadas por su padre: “Si vos hablás, le va a pasar algo a mamá"

BUENOS AIRES (Redacción Voces Críticas) Luego de vivir un verdadero calvario, finalmente hoy se hizo justicia. Y es que tras años de pasar por un infierno, cuatro jóvenes consiguieron que su padre sea condenado a la pena máxima establecida en el Código Penal.

"Me costó mucho tiempo tomar la decisión de denunciarlo, me decidí tras hablar con mis hermanas", contó Romina, quien actualmente tiene 32 años y es trabajadora de la salud. Esta mujer fue violada en reiteradas oportunidades por su padre desde que iba al jardín de infantes, cuando tenía 4 o 5 años. Asimismo sus tres hermanas -Soledad (30), Carolina (29) y Evangelina (27)- también pasaron por la misma situación.

Alejandro Manuel Rosario Leguizamón, quien hoy tiene 55 años, vivía en su casa de Castelar Sur con su esposa y sus 11 hijos. "Lo mío con vos no es abuso, es incesto. Yo estoy enamorado de vos y juntos tenemos que hablar con tu mamá para que haga una terapia y lo acepte", le expresó en una carta a Romina.

Luego la firmó, anotó su número de DNI, le puso la fecha y agregó: "Si querés denunciame". No obstante, días después, le quitó la misiva y la rompió. La muchacha trabajaba con su padre en la fábrica, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires. Allí también la sometió sexualmente. Además, cuando regresaban juntos en el auto, pasaba por hoteles alojamiento para continuar con los abusos.

"No digas nada, si vos hablás me pego un tiro y le va a pasar algo a mamá", le advertía. En esta línea Romina dio detalles de las estremecedoras situaciones que atravesó: "Camino a mi casa me quiso obligar a entrar a un hotel; me quise tirar del auto y eso hizo que se arrepintiera. Se puso a llorar, me pidió disculpas", comentó la joven.

En el domicilio, los abusos eran cometidos cuando las denunciantes estaban solas o cuando su esposa, hoy de 56 años, no se encontraba. "Ella también fue víctima de violencia, no se esperaba estas cosas, la pasó mal. La mandaba a hacer compras, que tardara dos o tres horas, que fuera y volviera caminando, y cuando salía para cuidar a mi abuela, que era discapacitada", precisó Evangelina.

Además el condenado golpeaba a su esposa "por no cocinarle lo que quería". Cierto día la obligó a desnudarse, apuntándole con un arma, y la hizo a salir así a la vereda. "A ver cómo cogen adelante mío", la desafió junto al padrino de una de sus hijas, al sospechar que mantenían una relación.

Pena máxima

Finalmente, en esta jornada, el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón, integrado por la jueza Mariana Maldonado y sus pares Juan Carlos Uboldi y Claudio Chaminade, lo condenó a la pena de 50 años de prisión por las violaciones reiteradas a cuatro de sus hijas.

El veredicto fue leído ante la presencia de las jóvenes pero no del acusado, quien optó por no acudir a escucharla.

Cabe mencionar que Leguizamón negó todo durante el juicio, y denunció "un plan" orquestado por su familia para quedarse con su fábrica de membranas, que sigue a su nombre. Por tal motivo su abogada defensora pidió que lo absuelvan.