Gustavo Zanchetta lo consiguió: saldrá de la Unidad Carcelaria de Orán

SALTA (Redacción Voces Críticas) La defensa legal del ex obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, habría conseguido que le otorguen prisión domiciliaria. Los abogados llevaban tiempo solicitando el traslado del condenado frente a la gravedad de su estado de salud.

El obispo emérito había sido ingresado al Hospital por un cuadro de hipertensión, ligado a un problema en los riñones. La defensa explicó que “hace poco tuvo que hacer una consulta personal por un cuadro de hipertensión, tiene una enfermedad muy delicada de los riñones. Es una enfermedad relacionada con el sistema venoso de él, le fue diagnosticada en Roma.”

Tras la evaluación del Tribunal, accedieron al petitorio de la defensa de Gustavo Zanchetta. Está previsto que sea trasladado a una casa dedicada para curas jubilados, ubicada en el monasterio Nuestra Señora del Valle, para cumplir su condena. Sin embargo, sostienen que es una “injusticia” el fallo dispuesto por la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán.

Recordemos que Gustavo Zanchetta fue condenado por el delito de abuso sexual cometido hacia dos ex seminaristas. En este sentido, una de las víctimas afirmó que “me parece tan injusta la justicia, (Zanchetta) no pasó ni un año preso y con tantas mentiras que hay de fondo, aún así, le han cedido la prisión domiciliaria, sabiendo que va a un lugar donde acuden niños, mujeres. La justicia no está velando por la sociedad como tendría que hacerlo.”

En diálogo con Página12 manifestó que “la casa donde él iría, está conectada al convento, que es un lugar público, va un cura a celebrar misa, los niños que cursan la catequesis y los monaguillos". Por consiguiente, no se le debería autorizar cumplir prisión domiciliaria en ese lugar.

“Una persona con una denuncia por abuso sexual no puede estar cerca de niños”, expresó M.C. Detalló además que la enfermedad de Gustavo Zanchetta “sería falsa”. Formaría parte de un complot llevado a cabo entre las autoridades religiosas, fiscales y médicos.

“Primero le había agarrado supuestamente un pico de presión en la cárcel, llamaron a un médico de tribunales qué dijo que no tenía nada, que se le subió la presión y que tome un medicamento. Después lo llevaron al hospital y le dijeron lo mismo, que no necesitaba internación. Cuando estuvo en la cárcel llamaron a otro médico (...) y lo sobornaron”, comentó.