La extraña adicción de la reina Letizia que la corona española intentó esconder

No es un secreto para nadie que la reina Letizia es una mujer con carácter fuerte, ordenada, disciplinada, responsable muy detallista y pendiente de todas las cosas. Así lo ha dejado en evidencia con los pasos de los años y con la enseñanza y control excesivo hacia sus hijas.

Ahora, salen a la luz la extraña e incontrolable adicción que tiene la reina Letizia y que la corona española quería esconder, pero un libro escrito por el antropólogo y periodista argentino Leonardo Faccio llamado “Letizia, la Reina Impaciente”, ha dejado al descubierto sus incontrolables manías.

En uno de los capítulos escrito por Leonardo se refleja el gran secreto de la esposa de Felipe, y es de cómo es la dura educación que le ha impuesto a sus dos hijas, la princesa Leonor y la Infanta Sofía alejada de costumbres nocivas para la salud, tanto así que esta estricta regla sobre el régimen de alimentación la ha llevado hasta el Instituto Gales, centro donde cursa estudios la hija mayor. Informa Voces Críticas

Otras de las frustrantes adicciones es que la reina Letizia tiene una extrema obsesión con su imagen, y es que la ex comunicadora intenta retrasar el implacable paso del tiempo con inyecciones de vitaminas y el famoso ácido hialurónico y sin dejar atrás sus regímenes de ejercicios que también llegan a un punto límite y prueba de ellos son sus definidos brazos y torneadas piernas.

Pero para la reina Letizia esto no es suficiente y complementa su secuencia física con un estricta alimentación donde no se consume carne y es ella misma la encargada de hacer cumplir todas estas reglas sin excepción de ningún miembro de la realeza.

Muchos allegados a la reina Letizia y al rey Felipe consideran que este comportamiento de la mamá de Leonor e Infanta podría ser un poco exagerado pero existe algo bueno en ello y es su apreciable capacidad para hacer que todo a la vez y de manera impecable, aunque para ello sea necesario sacrificar su tranquilidad y de la los suyos.