Rainiero de Mónaco y Grace Kelly protagonistas de una historia que causa envidia a Camila Parker

La historia de amor de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly es digna de una película de Hollywood. En esta época donde las monarquías son sinónimo de escándalos y peleas familiares; ellos vivieron una historia que Camila Parker envidiaría. Es que, si bien está a punto de ser coronada, no pudo ser protagonista de una historia que trasciende a la familia real.

Grace era una joven estrella de Hollywood muy admirada por su gran talento. En 1955 conoció a Rainerio de Mónaco, cuando rodaba la película "El Cisne". Él príncipe la invitó al palacio y desde ese momento no se separaron nunca más. En cambio, la reina Camila Parker siempre será recordada como la tercera en discordia entre Carlos III y Lady Di. Su historia de amor nada tiene que ver con la de los príncipes de Mónaco. 

En enero de 1956, Rainiero y Grace anunciaron su compromiso. Ella, sin dudarlo, dejó el cine para empezar a vivir su propia historia de princesa. A los pocos meses, ella tomó a su familia, sus amigas y hasta sus mascotas para emprender el viaje a su nueva y tan ansiada vida. Se casaron a los pocos meses en una doble ceremonia. Ella se convirtió en una de las novias más admiradas. El vestido que usó en esa oportunidad fue tan impactante que hasta inspiró a Kate Middleton, que no dudó en usar uno similar.

Grace incluso fue reconocida como la mejor embajadora del principado de Mónaco. Era elegante y se destacaba en los eventos. Con su presencia atrajo fortunas al palacio incluso puso a la familia real en su lugar ante los intentos de boicotear a su amado Rainiero. 

Vivieron una intensa y hermosa historia de amor que terminó de manera trágica en septiembre de 1982. Ella decidió conducir su coche, junto a la princesa Estefanía. El vehículo se salió de la carretera y Grace falleció a los 52 años, el día siguiente. Rainiero no pudo ocultar su dolor y tristeza. Unos 23 años después, él también falleció. Informa Voces Críticas.

Las imágenes que quedaron de esa historia de Rainiero y Grace los muestran felices, cómplices y disfrutando de no sólo de las actividades de la realeza sino también las cotidianas. Sus hijos Alberto, Estefanía y Carolina fueron su orgullo. Estuvieron pocos años juntos, pero vivieron una de las historias de amor de la realeza más recordada y hasta envidiada.