Brutal declaración ante el tribunal del imputado por el femicidio de Jésica Solís

Salta (Redacción Voces Críticas) En las últimas horas, se llevó adelante la declaración del imputado por el femicidio de Jésica Solís. Se trata de Ezequiel Lucas Domínguez, de 32 años, quien debió comparecer ante el tribunal integrado por los jueces Guillermo Pereyra, José Luis Riera y Mónica Mudski. Por otra parte, el Ministerio Público Fiscal está representado por Mónica Poma, mientras que Leonardo Bustos se encarga de representar a la víctima.

En la primera jornada de la audiencia, se leyó la requisitoria para elevar a juicio a Ezequiel Lucas Domínguez y a Rocío del Milagro Farfán, de 27 años, quien está acusada de partícipe secundaria del asesinato de Solís. En este contexto, el acusado decidió declarar ante las preguntas de las partes, mientras que la acusada advirtió que lo hará en otras instancias.

Según explicó Domínguez, el momento del hecho -ocurrido del 20 de mayo de 2021-, él ya se encontraba separado de Jésica Solís y se encontraba conviviendo con su pareja, la coimputada y madre de su hija de tres años. En concreto, el domicilio en el cual residían se ubica a tan solo 60 metros de la casa de la víctima. Cabe tener en cuenta que, en la casa de la víctima, también funcionaba un local comercial, que habían abierto en sociedad y que era atendido por las dos mujeres. Sobre esta situación, el acusado advirtió que la relación entre su expareja y su actual era buena.

Sobre lo ocurrido el día del asesinato de Solís, el imputado indicó que tomó la decisión de ir al domicilio de su expareja para buscar unas herramientas y para plantearle la posibilidad de volver a trabajar en la pollería. Cabe tener en cuenta que Domínguez ya no acudía al local debido a las fuertes discusiones que había mantenido con la víctima en meses pasados.

De acuerdo a lo explicado por el imputado, estas discusiones tuvieron dos detonantes. En primer lugar, luego de que su hijo le advirtió que su madre lo dejaba solo en las noches para ir a jugar a las cartas. En segunda instancia, por que Solís dejó el negocio solo durante una noche, en vez de avisarle para que se quede cuidándolo, como habían acordado.

En este marco, la tarde del 20 de mayo ambos imputados acudieron a la casa de Jésica Solís, donde se encontraba su hijo: “No me quiso saludar, eso me partió el alma”, reveló. Posteriormente, buscó las herramientas que necesitaba y fue a hablar con la víctima, momento en el cual, según el imputado, ella empezó a agredirlo de forma verbal.

Posteriormente, y según el relato de Domínguez, en cierto momento Solís sale a la calle para llamar a la policía y luego volver a seguir insultándolo. Según reveló, fue allí cuando vio el tramontina que usaban en la pollería: “Lo siguiente que recuerdo es que yo estaba en la puerta y Rocío gritaba que llamen a una ambulancia”, explicó.

“No quise matarla, no entiendo qué pasó. Cuando estábamos afuera llegó un policía que preguntó quién había hecho eso y le dije que yo”, advirtió. Cabe tener en cuenta que, hasta este momento, y según el relato del imputado, Jésica Solís aún se encontraba viva y estaba por ser llevada en ambulancia hacia el hospital.

En este sentido, Domínguez afirmó que los hechos de agresión vividos con la víctima eran recíprocos, donde ambos actuaban de manera violenta. En la misma línea, aseguró que Farfán no se encontraba en el lugar del asesinato, sino que estaba en el negocio, en la parte delantera de la casa en donde sucedió el femicidio. Informa Voces Críticas.