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Realeza
Tradición familiar: esta es la curiosa historia de la tiara que utilizó la reina Máxima en su coronación
El rey Guillermo y su esposa, la monarca consorte, celebraron el décimo aniversario de su coronación
Ayer, 30 de abril, se cumplieron 10 años de la ceremonia de coronación del rey Guillermo de Países Bajos y su esposa, la reina Máxima. En una semana muy especial para la historia de la realeza, ya que este sábado Carlos III será consagrado, recordamos la historia de la tiara que usó la monarca.
Aquel día coincidió con el 33° aniversario de la asunción de la reina Beatriz al trono, la misma que adquirió el título de princesa luego de firmar la abdicación. La catedral medieval Nieuwe Kerk, ubicada en la plaza Dam de Ámsterdad, fue el epicentro de la ceremonia. Allí, Máxima de Holanda, lució un hermoso vestido azul, que combinaba con el mismo de su suegra y el de sus hijas. El conjunto era perfecto para la ocasión por la elegancia que producía.
Sin e,bargo, el detalle más llamativo era la lujosa tiara que lució la monarca. La misma fue adquirida por la familia real holandesa, específicamente por el tatarabuelo del rey Guillermo (Guillermo III), en el año 1881, que la compró para su segunda esposa, la reina Emma. De acuerdo con un libro que cuenta la historia familiar, la joya fue diseñada por Maison van der Stichel, dejando de lado la costumbre familiar, siendo que los pedidos se realizan en la joyería Mellerio dits Meller.
La autoría se pudo descubrir gracias a la firma de Vita Israëls en el dibujo original. Además, se encontró un artículo que hablaba de la toma de posesión de la reina Guillermina, que afirmaba que el fabricante es Maison van der Stichel. Informa Voces Críticas.
Para fabricar la prestigiosa joya fue necesario utilizar 655 diamantes sudafricanos de talla brillante, que tienen un peso de 242 quilates y 33 zafiros de Ceilán, que pesan 155 quilates, encrustados y pegados en dos partes (superior e inferior). El elemento central se compone de tres zafiros en línea, donde el mayor tiene forma de cojín y pesa 44 quilates, que está acompañado por cinco diamantes. En aquella época, el rey Guillermo III pagó 100.000 florines (equivalente a un millón de euros actuales).
En el 1928 sufrió la primera gran modificación, en manos de Van Kempen & Vos (joyería oficial de la familia real), que le agregó algunas comodidadess y quitó algunos diamantes para sacarle peso, también se cree que cambió la montura de oro por una de plata, para darle el mismo fin. En el año 1943 murió la reina Emma y la tiara quedó en manos de la princesa Juliana, abuela del rey Guillermo Alejandro.
En 2013, el especialista Steltman, de La Haya, modificó la tiara para que pudiera usarla la reina Máxima. El joyero eliminó la parte de las puntas salientes del penacho central y le dejó una sola punta al diamante grande. Además, le agregó un marco a la base para que se pudieran observar más los zafiros. Para la coronación, la monarca decidió combinar el uso de la tiara con otros zafiros y diamantes que pertenecieron propiedad de la Fundación Orange-Nassau, que es la propietaria de las joyas de las reinas de Holanda.
