Manuel Belgrano: El Prócer Más Robado de la Historia

SALTA (Por Julio Casanova para Voces Críticas) Hoy se conmemora el paso a la inmortalidad de una de las figuras más destacadas de la historia argentina, el General Manuel Belgrano, cuyo legado ha sido admirado y respetado a lo largo de los años. Sin embargo, es lamentable constatar que, a pesar de su invaluable contribución, Belgrano también ha sido víctima de un tipo de robo que va más allá de lo material: el robo de su verdadero legado y la manipulación de su imagen.

Una de las apropiaciones que sufrió Belgrano fue precisamente la de su figura. Su talla de prohombre de la nacionalidad argentina hizo que distintos sectores intentaran apropiarse de lo que Belgrano representaba utilizándola de manera sesgada y descontextualizada a fin de promover sus propios intereses políticos o ideológicos. Basta recordar aquel famoso discurso de Cristina Fernández donde declaró que "por lo menos amante de Belgrano hubiera sido". En ese trajinado abuso grupos minoritarios quisieron mostrarlo como homosexual y ofrecerlo como un icono propio, una bajeza que promovió un debate nacional en su momento. Estas y otras variantes mas llevaron a una tergiversación de su verdadero legado y a una falta de reconocimiento de su auténtica contribución a la Causa de la Patria argentina.

También se debe contar con la omisión de su pensamiento y valores porque Manuel Belgrano no solo fue un valiente militar y político, sino también un pensador y humanista que abogaba por la justicia social, la educación y la igualdad. Sin embargo, estos aspectos fundamentales de su pensamiento a menudo se omiten o se minimizan en la narrativa popular. Belgrano defendió la educación como herramienta de progreso, impulsó la creación de escuelas y promovió la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, incluyendo a los pueblos indígenas. Pero en el imaginario colectivo apenas se conoce su vida militar y no toda, tal vez su actuación en el norte y sus triunfos de Tucumán y Salta que salvaron a las provincias del norte.

Mucho menos conocida es su labor económica y social cuyo papel fue relevante. Fue el primer defensor del desarrollo industrial y agrícola, promoviendo el comercio y la producción nacional. Asimismo, implementó medidas para combatir el contrabando y fomentar la transparencia en el comercio. Sin embargo, estas facetas de su trabajo a menudo se pasan por alto o se minimizan, privando a Belgrano del reconocimiento pleno que merece como impulsor del progreso económico y social de Argentina.

Sólo algunos trazos de su pensamiento sobre educación son conocidos. No es de conocimiento popular que mientras marchaba en las campañas, a la luz de las velas y en aquellas destartaladas tiendas de campaña redactaba el "Reglamento para las escuelas", tanto las que había fundado camino del Paraguay como para las cuatro que donó para que se construyeran con los 40.000 pesos que el Triunvirato le obsequiara por sus triunfos en Salta y Tucumán con destino a Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Tarija, siendo que la de Jujuy recién fue inaugurada en el año 2004, o sea 191 años más tarde.

Por si fuera poco todo este saqueo, a la escuela de Tucumán el gobierno de esa provincia pretendió expropiarle parte del terreno para la construcción de un shopping.

Cuando se robaron los dientes de Belgrano

Hacia el año 1896, el gobierno argentino decidió trasladar los restos de Belgrano desde la Iglesia de Santo Domingo, en Buenos Aires, hacia la Capilla de la Santísima Trinidad en la Catedral Metropolitana. Durante este proceso, se descubrió que la caja que contenía los restos del prócer había sido abierta y que los dientes de Belgrano faltaban.

Este robo generó una gran indignación que motivó abrir investigaciones para saber qué había pasado. El hecho constituye una de las inmoralidades inolvidables de la historia argentina y fue protagonizada nada menos que por el entonces ministro Joaquín V. González y el ministro de Guerra, el General Ricchieri, fundador del Servicio Militar. Descubiertos que fueran declararon que los habían tomado "para mostrárselos a los amigos".

El robo del reloj de Manuel Belgrano

La pobreza lo alcanzó en la muerte al Padre de la Patria porque siempre puso plata de su bolsillo para ayudar a sufragar los gastos de la guerra a la vez que el Estado no le pagaba su sueldo. El reloj de oro que le había obsequiado el rey de Inglaterra, Jorge III, debió empeñarlo y fue el pago póstumo con que pudo cumplir con su médico personal, el Dr. Joseph Redhead -y médico de Güemes también- quien lo acompañó hasta el último momento.

Esa valiosa pieza se hallaba en el Museo Histórico Nacional hasta que un día del año 2007 desapareció y jamás pudo ser recuperado. El dicho reloj está valuado en la suma de unos 400 mil Euros.

La importancia de rescatar su verdadero legado:

Es crucial reconocer en esta hora de tanta corrupción generalizada la verdadera dimensión de Belgrano y su contribución al país asì como valorar su pensamiento, valores y logros en su totalidad.

Conocer la vida y obra del General Manuel Belgrano es una de las claves para resolver la construcción de la identidad argentina mediante una tarea pedagógica seria y libre de los sesgos ideológicos con que se intentó apropiarse de la figura del Padre de la Patria.-