La infanta Elena, obsesionada con el dinero de Juan Carlos I: esto hará para cobrar su gran fortuna

La infanta Elena es, sin dudas, una madre muy presente y dedicada. A diferencia de Cristina, la ex esposa de Jaime de Marichalar está atenta a todos los acontecimientos que involucran a Froilán y Victoria Federica y siempre les brinda su ayuda, sobre todo cuando enfrentan conflictos graves con la familia real. Es por eso que sus hijos han decidido retribuirla de una forma muy concreta, pero polémica.

Según la prensa española, la infanta Elena acudió a Froilán y Victoria Federica para que la ayudaran a cobrar la gran fortuna que le corresponde por ser hija de Juan Carlos I. Debido a que la primogénita del emérito tiene su domicilio fiscal en España, es consciente que cuando su padre muera no podrá evitar la intromisión de Hacienda. Es por eso que, además de pedirle a su hijo que se instale en Abu Dabi para administrar parte de esa fortuna, le ha hecho un pedido similar a Victoria Federica.



El porcentaje que le corresponde a la infanta Elena es incalculable, sobre todo después de que el rey Felipe VI renunciara a su parte de la herencia. A la monarca española no le alcanza con la ayuda de Froilán, también necesita a Victoria Federica. Pese a que a la joven no le interesa vivir en el país árabe, es consciente que debe ayudar a su madre, no solo por todas las ocasiones en ella la ayudó, sino porque además esta es la única manera que tiene de disfrutar del dinero de su abuelo. Informa Voces Críticas

La infanta Elena está realmente desesperada por resolver esta situación, debido a que es la única de los hermanos que tiene dificultades con el fisco. En el caso de la infanta Cristina, como su domicilio es en Suiza, no tendrá que pagar impuestos y, mucho menos, dar explicaciones sobre las formas en las que Juan Carlos I construyó una de las fortunas más importantes de España.



En el caso del hermano de la infanta Elena, Felipe VI, renunció a su derecho una vez que se revelaron todos los hechos delictivos de los que Juan Carlos I participó. Como forma de demostrar su lealtad con la corona española, el esposo de la reina Letizia desistió de recibir su herencia y prefirió que se dividiera entre sus hermanas. El dinero de su padre quedó manchado, pese a que ya no carga con ninguna acusación, y su hijo prefirió mantenerse al margen de los escándalos de su padre.