A 30 años del histórico ascenso de Gimnasia y Tiro a Primera División recordamos los detalles de esa hazaña

SALTA (Redacción Voces Críticas) El 29 de noviembre de 1902 más de cien personas se reunieron en el bar del Gran Hotel -ubicado en las calles España y Zuviría, provincia de Salta-, para fundar el Club Atlético Salteño, que tiempo después pasaría a llamarse Gimnasia y Tiro debido a las actividades que se realizaban en la institución.

Los primeros ensayos del equipo de fútbol de Gimnasia y Tiro fueron realizados en un campito ubicado entre las calles Ameghino, Pueyrredón, Zuviría y O’Higgins, y tiempo después fueron traslados al Campo de Las Talitas, hasta que el Dr. Manuel Anzoátegui donó el predio que la institución ocupa en la actualidad.

Actualmente Gimnasia y Tiro tiene 120 años de vida y a lo largo de su historia ha obtenido una numerosa cantidad de torneos, distinciones, récords y hazañas que enorgullecen a sus fanáticos, sin embargo, hay una que quedará marcada para siempre en la historia del fútbol salteño: el primer ascenso a Primera División.

El Albo es el único equipo salteño que alcanzó la Primera División del Fútbol Argentino desde que los equipos indirectamente afiliados fueron incorporados al régimen de ascensos y descensos mediante la creación del Campeonato Nacional B.

Además, es el único club del norte argentino que logró obtener el premio al mejor equipo del interior, y el único equipo salteño que participó de un torneo internacional, la Copa Antonio Labán, celebrada durante 1994 en Santiago de Chile y organizada por Colo Colo, conjunto al que venció por 1-0.

En cuanto a reconocimientos a nivel nacional, el Millonario mantiene el segundo récord de partidos invicto en condición de local, de 2009 a 2011 acumuló 49 partidos sin perder entre Torneos de AFA (Argentino B) y Copa Argentina. Asimismo, mantiene el récord por ser el equipo que más puntos consiguió en la fase del Torneo Argentino B; obtuvo 50 en total durante la temporada 2010-11.

El histórico ascenso a Primera División

7 de agosto de 1993. Tras demostrar una gran performance en el Torneo Nacional B 1992-1993, Gimnasia y Tiro estaba a 90 minutos de hacer historia, y es que el Albo debía enfrentarse a Central Córdoba de Rosario por el partido de vuelta de la final del Octogonal que permitiría definir el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.

El conjunto salteño dirigido por Ricardo Rezza se había impuesto por 2-0 en el partido de ida disputado en el Gigante de Arroyito, y ahora debía salir a jugar en su casa, el Gigante del Norte, que estaba repleto de punta a punta.

En la final de Octogonal se vivió un verdadero partidazo, hubo goles de ambos lados y cerca de los 90 minutos el marcador indicaba un resultado global de 5-2. Los hinchas comenzaron a levantarse y en las tribunas se empezaron a ver los primeros festejos por el campeonato.

En medio de la euforia y los nervios se desata la locura y la emoción. El árbitro Javier Castrilli pide la pelota, la toma con su mano derecha, con la otra señala el centro del campo y hace sonar el silbato tres veces. Gimnasia y Tiro vencía a Central Córdoba por 3-2 y no solo se coronaba campeón del Octogonal de la B Nacional, sino que ascendía a la Primera División del Fútbol Argentina por primera vez en su historia.

A 91 años de su fundación, con presentaciones zigzagueantes en las distintas categorías del fútbol argentino, Gimnasia y Tiro, el Albo, el Millonario, finalmente había alcanzado el objetivo máximo y uno de los mayores sueños de sus hinchas: estar entre los más grandes del fútbol nacional.

La increíble hazaña del conjunto salteño dirigido por Ricardo Rezza, quien sería recordado eternamente por los hinchas del Albo, marcó una huella única en el fútbol salteño. El orgullo por el ascenso de Gimnasia y Tiro atravesó generaciones y hasta el día de hoy es recordado como el mayor logro futbolístico a nivel local.

Del equipo que logró el ascenso aquel 7 de agosto de 1993 formaron parte Ramón “Palito” Álvarez, los guerreros Daniel “Coya” Castellanos y Héctor “Pelusa” Cejas, Marcelo “Popeye” Herrera, Isidro Iturrieta, Pedro Alberto Guiberguis, Alfredo “Tanque” González y Miguel “Tigre” Amaya.

Aquel aguerrido plantel era distinguido por un rasgo muy particular, y es que la mayoría de sus futbolistas eran salteños u oriundos del norte argentino, algo que muchos destacaron -más allá del orgullo que representaba para la región-, como un potencial a la hora de entender el juego y empezar a trabajar para hacerse fuertes en la provincia.

El paso por la Primera División

El camino recién comenzaba, Gimnasia y Tiro tenía por delante una temporada en la máxima categoría del fútbol argentino y fue allí donde el conjunto salteño logró otra hazaña: alcanzar el primer puesto de la tabla de posiciones. 

En la quinta fecha del Torneo Clausura, el Millonario venció a Gimnasia y Esgrima de La Plata y llegó a ser puntero. Tras este hecho histórico, El Gráfico (la revista más importante del país), tituló “Salta en Punta”.

Pese a que su paso por la primera división duró solo un año (38 partidos disputados), el tiempo fue suficiente para que el Albo sea reconocido en el ambiente del fútbol nacional, ya que hasta el día de hoy cientos de fanáticos de este deporte recuerdan el paso del aguerrido equipo salteño por la máxima categoría.

Finalmente, es necesario recordar que Gimnasia y Tiro tuvo un segundo paso por la Primera División del Fútbol Argentino durante la temporada 1997, y es el equipo salteño que más encuentros disputó en esta categoría.