De la realeza a la trinchera: descubrí la impactante transformación militar de la princesa Leonor

El 17 de agosto pasado, presenciamos la entrada de la primogénita y heredera del rey Felipe a la Academia Militar de Zaragoza. Ha transcurrido más de un mes desde que la Princesa de Asturias iniciara su formación militar, un paso esencial para su futura posición en el trono. En un sorprendente giro, en el día de hoy, nos encontramos con una faceta inusual de la princesa Leonor gracias a unas impactantes imágenes publicadas por la Casa Real.

Estas fotografías llegan poco después de la tradicional ceremonia de entrega de sables, un ritual esencial en el itinerario de los recién llegados a la Academia General de Zaragoza, mediante el cual se les confiere el símbolo que oficializa su condición, en el caso de Leonor, como dama cadete. No obstante, el repertorio gráfico proporcionado por el Palacio de la Zarzuela ofrece una visión más amplia de la rutina diaria de la heredera durante el último mes.

La princesa Leonor se ha integrado plenamente en su compañía durante estas primeras semanas de instrucción. Un testimonio accesible para este medio confirmó que la princesa se ha visto envuelta en situaciones compartidas por sus compañeros, incluyendo momentos de despeinarse y ensuciarse con barro durante las maniobras en el campo de San Gregorio, situado en la capital aragonesa.

Las fotografías proporcionan una visión de diversos ejercicios que la hija de Felipe VI ha realizado en la Academia General Militar de Zaragoza, incluyendo prácticas de tiro, maniobras de combate, ejercicios topográficos, pasajes ligeros y travesías de cursos de agua. Las imágenes también revelan la complicidad de la princesa Leonor con sus compañeros de estudios militares.

En una foto de grupo, la vemos ubicada a la izquierda de la imagen, aunque su rostro está completamente camuflado con las pinturas verdes características del ejército y las maniobras militares. Además, se observan ejercicios en el agua, donde la princesa aparece completamente equipada con su rifle, una situación que, a juzgar por las imágenes, no parece especialmente cómoda. Informa Voces Críticas.

En las dos primeras semanas posteriores a su ingreso, la heredera completó una fase de bienvenida, orientación y adaptación a la vida militar, una práctica común en muchas academias para familiarizar a los nuevos cadetes con la estructura y disciplina militar. Una vez superada esta etapa, fue nombrada dama cadete y, hace apenas una semana, recibió la boina roja 'grancé' tras completar su formación como combatiente, al igual que sus compañeros.