El brutal engaño del príncipe Guillermo y Kate Middleton que dañó la imagen de la familia real

No hay dudas de que el príncipe Guillermo y Kate Middleton son dos de las figuras más importantes dentro de la realeza británica. Además de ser los herederos al trono, la pareja es quien toma las responsabilidades más importantes de la corona, sobre todo cuando el rey Carlos III no puede hacerse cargo de ellas.

Sin embargo, fuera de su vida dentro de la familia real, Kate Middleton y el príncipe Guillermo eligen llevar una vida tranquila. Es por eso que han optado por crear un interesante sistema que les permite preservar su identidad y la de su familia. Se trata de la utilización de identidades falsas, para poder realizar actividades más típicas como hacer compras o alquilar inmuebles para sus vacaciones.



En el libro dedicado a la vida de la futura reina consorte “Kate: biografía de una princesa” se reveló que cuando el príncipe Guillermo y su esposa aún eran una joven pareja utilizaron nombres falsos para irse a las islas Seychelles. Durante su estadía allí, se presentaron como Martín y Rosemary Middleton y pudieron mantener sus vidas a salvo, lejos de la persecución de la prensa y de los fans más intensos.

Debido a la efectividad de este sistema, una vez que pasaron por el altar, los príncipes herederos decidieron continuar con esta idea y perfeccionarla. Debido a que el apellido de Kate Middleton se volvió muy popular, optaron por cambiar sus identidades nuevamente y pasaron a llamarse Daphne Clark y Danni Collins, manteniendo las mismas iniciales de sus antiguos títulos reales. Informa Voces Críticas



Como es habitual, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han adaptado este sistema a sus hijos, debido a que para ellos es muy importante que los pequeños lleven una vida normal y alejada de la exposición. Según reveló una ex vecina del matrimonio, George solía presentarse como “Archie”, ante las personas que no eran parte de su círculo íntimo.

De hecho, la idea de Kate Middleton y el príncipe Guillermo resultó tan efectiva que los duques de Sussex también comenzaron a hacerlo cuando estaban dentro de la familia real. En el caso del príncipe Harry, adoptó el nombre de David Stevens y, respecto a Meghan Markle, prefirió llamarse Davina Scott.