Descubrí este eficaz truco para dejar tu parrilla impecable sin gastar una fortuna

La parrilla es uno de los objetos más importantes de un hogar, pero también uno de los más complicados de limpiar. El hecho de que habitualmente esté ubicada en el exterior de las casas, hace que acumule un sinfín de residuos y suciedad que se adhieren a su superficie y no permiten que se pueda usar. Por esa razón, te vamos a enseñar un truco infalible y muy económico para limpiarla de la forma correcta. 

Para llevar adelante esta idea solo vas a necesitar cuatro ingredientes que son muy fáciles de conseguir: bicarbonato de sodio (vas a utilizar dos cucharadas), vinagre blanco (necesitarás una taza aproximadamente), tres limones y media taza de agua caliente. Una vez que tengas todo listo podrás iniciar con el primer paso para limpiar tu parrilla.

En un recipiente deberás colocar el bicarbonato, luego el agua caliente, el vinagre blanco y por último el jugo de tus tres limones. A esta mezcla también se le puede agregar un chorro de detergente, aunque es opcional. Una vez que los ingredientes se hayan integrado, vas a tomar un cepillo usado y vas a pasar tu mezcla por la superficie de la parrilla.

Lo ideal es que cepilles con fuerza para que los productos logren adherirse a la parrilla; una vez que hayas mojado toda la superficie, vas a dejar que la mezcla actúe durante 15 minutos (si te excedes en el tiempo no hay ningún inconveniente) y, cuando el tiempo esté cumplido, vas a tomar una esponja o el cepillo que utilizaste (limpio) y vas a remover los restos del producto. Informa Voces Críticas

Esto permitirá que los residuos acumulados en tu parrilla se despeguen de la superficie, dejándola completamente limpia. Sin embargo, antes de terminar, deberás pasar un trapo húmedo para retirar la mezcla completamente. Si ves que aún hay residuos acumulados, podrás repetir el proceso hasta lograr el objetivo deseado.

Esta técnica de limpieza es ideal para los días de asado, cuando la parrilla cobra un gran protagonismo. Lo ideal es que si vas a usarla y detectas que no está en condiciones, la limpies unas horas antes para que se pueda secar de forma natural. El proceso es tan sencillo que ya no tendrás que lidiar con la suciedad adherida y, mucho menos, gastar una fortuna en productos que prometen eliminar los residuos acumulados.