Imperdible
La deliciosa receta de cheesecake sin horno: un postre fresco, fácil y muy rápido de hacer
En esta receta podés sustituir el topping con la mermelada de fruta que más te guste
La cheesecake, un postre amado en todo el mundo, tiene sus orígenes en la antigua Grecia y Roma, donde se preparaban recetas tempranas de este delicioso manjar. Hoy en día, la cheesecake sin horno ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas culinarias, siendo una opción popular en numerosos hogares y restaurantes.
Aquí presentamos una receta sencilla y deliciosa para una cheesecake sin horno, con un diámetro de 20 cm, que seguramente deleitará tu paladar.
Ingredientes para la preparación:
- 200 gramos de queso crema
- 300 gramos de leche condensada
- 2 cucharaditas de gelatina sin sabor en polvo
- 1/2 taza de agua
- 2 tazas de galletas molidas
- 50 gramos de manteca derretida
- 1 taza de mermelada de frutilla
Paso a paso:
Tritura las galletas hasta obtener una consistencia similar a la arena gruesa, ya sea colocándolas en una bolsa bien cerrada y pasándoles el palo de amasar, o en una procesadora.
Agrega los 50 gramos de manteca o margarina derretida a las galletas trituradas y mezcla bien para que se forme una pasta que será la base del cheesecake. Aparte, hidrata la gelatina sin sabor en 1/2 taza de agua caliente.
Prepara un molde desmontable de 20 cm. En ese molde, coloca la mezcla de galletas y manteca y presiona bien con la parte de abajo de una cuchara hasta que se forme una base compacta. Lleva el molde a la heladera.
Bate el queso crema con la leche condensada, agrega la gelatina hidratada y bate unos segundos más para que se integre todo. Vierte la mezcla por encima de la base fría, alisando bien y dando unos golpecitos para eliminar posibles burbujas de aire. Lleva a la heladera durante 3-4 horas o hasta que se note bien firme. Informa Voces Críticas.
Para servir, baña con la mermelada de frutilla (puede ser del sabor que desees). ¡Y a disfrutar de este cheesecake facilísimo!