De no creer
El insólito error de la producción de Gran Hermano: un micrófono abierto reveló la parcialidad de la competencia
Mientras un participante se encontraba en el confesionario se escuchó claramente el dicho
Un nuevo escándalo sacude la producción de Gran Hermano, esta vez relacionado con la supuesta manipulación de los participantes desde la producción del programa. La polémica surge a raíz de la filtración de un audio en el que se escucha a la producción sugiriendo a un concursante que vaya en contra de otro durante una conversación en el confesionario.
En las redes sociales, los seguidores del programa han reaccionado con sorpresa y disgusto ante la revelación. Un usuario de una popular red social compartió un video en el que se percibe claramente cómo la producción le indica a un concursante, Nicolás, que actúe en contra de otro participante, Juliana Scaglione.
Esta situación ha avivado el debate sobre la integridad del programa y la posible influencia de la producción en las dinámicas del juego. El video en cuestión captura el momento en que la voz de Gran Hermano llama a Nicolás al confesionario, dejando su micrófono abierto. Informa Voces Críticas.
Mientras tanto, las cámaras muestran a los demás participantes en el living, creando un ambiente de tensión e intriga. En medio de los murmullos de los concursantes, se logra percibir un fragmento de la conversación entre Nicolás y la producción del reality, donde se le sugiere que actúe según las instrucciones hasta que “Furia diga lo contrario”.
FRAUDE EN #GranHermano ð¨
— katerina (@laschicasyyo) February 29, 2024
Llamaron a la planta de Nicolás al confesionario y se olvidaron de desactivar su micrófono, se escucha donde repite lo que le dijeron: ''Todo lo que diga furia, es lo contrario'' sabiendo que desde ayer Furia dice que se va bautista para que Nico salve a… pic.twitter.com/s6XsiMitMW
Esta revelación ha desatado indignación entre los espectadores del programa, quienes cuestionan la transparencia y la imparcialidad de Gran Hermano. La polémica amenaza con ensombrecer el desarrollo del reality y plantea interrogantes sobre la ética y las prácticas de producción en los programas de televisión de telerrealidad.