Batacazo: Mónica Juárez envió “Al Lado B” a más de un candidato

SALTA.- (Por Martina Guzmán para Voces Críticas) El viejo dicho dice que “A río revuelto, ganancia de pescadores” y se ajusta a más de una situación de excepción que ha ocurrido en las PASO celebradas en la jornada pasada.

Uno de esos casos es el de la periodista Mónica Juárez que formaba como precandidata a diputada provincial en la lista que lideraba Matías Posadas, precandidato a intendente de la Capital, quien también avanzando sobre los pronósticos se posicionó en segundo lugar después de Bettina Romero quien con el resultado obtenido podría llegar a ocupar el sillón que deja Gustavo Sáenz convirtiéndose en la primera mujer en ocupar la Alcaldía mayor. Por su parte, Omar Exeni, también formaba parte del frente como candidato a diputado provincial en segundo termino.

Dentro de la lista de Bettina Romero, como precandidato a diputado, listaba Matías Cánepa que resultó el más votado con 48.518 votos, una cantidad más que importante de sufragios y que lo coloca prácticamente en el Palacio Legislativo para el próximo periodo.

Lo interesante de esta grilla de ganadores fue el resultado obtenido por Mónica Juárez, quien sin ninguna experiencia política, pero con un gran conocimiento por parte del electorado debido a su trayectoria televisiva con programas de alto impacto popular, alcanzó la friolera de 32.396 votos, superando a prospectos que ya habían incurrido en la política además de su exposición como periodistas y empresarios.

Entre los rezagados que dejó Juárez en el camino se anotan su colega Adrián Valenzuela, Mario Peña y nada menos que Cristina Gómez, una militante de Gustavo Sáenz de la primera hora. Pero, sin duda que el dato más notable, es que esta novel participante haya dejado “allá lejos” a Cristina Fiore, todavía senadora nacional y ahora teñidos sus rulos de “Amarillo Olmedo”.

Más allá de los números y las posiciones, el dato más relevante de esta elección y en el caso de Mónica Juárez es que resulta evidente que en el electorado ya se percibe una suerte de hartazgo frente a las reiteradas candidaturas de personajes que por poco figuran en el inventario de los despachos oficiales, por la cantidad de veces que se han postulado y ejercido cargos.

El mensaje más claro es que el electorado está reclamando un cambio de personas, más allá de sean experimentados o no en la política, la gente quiere caras nuevas. En el fondo es una demostración de que esperan que estos “nuevos” hagan algo diferente a todos los que ya se arrugaron en los despachos. Quizás ni siquiera que sea nuevo, pero que hagan algo.