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¿Y LA LIBERTAD DE PRENSA?

Rechazo al organismo que creó el kirchnerismo para controlar noticias que se publican en medios de comunicación

Bajo la supervisión de la Defensoría del Público

Miriam Lewin. Fuente: (Instagram)
lunes 12 de octubre de 2020

Con la supuesta intención de trabajar en la detección, verificación, identificación y desarticulación de las estrategias argumentativas de noticias maliciosas y la identificación de sus operaciones de difusión el kirchnerismo anunció la creación de NODIO, que asegura ser un Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica a cargo de la Defensoría del Público

Pero la noticia lejos de parecer algo sensata, generó cierto rechazo en algunos sectores de la sociedad y de los trabajadores de medios de comunicación, puesto a que si bien es cierto que muchas veces circulan noticias falsas no parece ser necesario que un organismo oficial deba encargarse. 

En relación al tema, Miriam Lewin (titular de la Defensoría) explicó que: "NODIO es la respuesta a la preocupación de las audiencias por la circulación de mensajes cargados de violencia y desinformación en redes sociales y en medios”. Es que se considera que con internet se potenció la libertad de expresión ciudadana y esto parece no ser de su agrado puesto que se pretende "vigilar".

Para la Defensoría del Público, esta potenciación “también contribuyó a la propagación y viralización de desinformación o información maliciosa, fomentada por las lógicas de funcionamiento de las redes digitales, lo que representa un problema para el desarrollo de la vida democrática”.

El rechazo a esto

En una entrevista brindada a  Infobae, el doctor Félix Lonigro (abogado y profesor de Derecho Constitucional en la UBA) indicó que: “Todo lo que tenga que ver con crear organismos con la finalidad de revisar información y adoptar medidas contra quienes informan, implica siempre mecanismos que en realidad coartan la libertad de expresión. Porque el criterio de desinformación es subjetivo”.

Por su parte Silvana Giudici, presidenta de la Fundación LED no dudó un segundo en afirmar que: “Esto es el primer paso hacia una cosa más grave. Es como un primer paso hacia un ministerio de la verdad. Se confunde el rol que el Estado tiene que tener sobre la libertad de expresión y se intenta desde un organismo estatal decidir qué información es maliciosa o qué información verdadera o falsa".

Y luego agregó que: "Esto significa una injerencia directa sobre principios constitucionales, como el del artículo 14 ó el 32 que claramente dicen que el Estado no puede intervenir sobre la libertad de prensa”.

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