El contagiado 41 de Santiago del Estero: la verdad que contradice a Gerardo Zamora

(Corresponsalía Santiago del Estero)- La historia detrás del contagiado 41 de Santiago del Estero es muy distinta a como se la planteó, a como el gobernador Gerardo Zamora contó en una conferencia de prensa que dio lugar a un tremendo ataque de discriminación y amenazas hacia el empleado público. El hostigamiento llegó a un punto en el que se divulgaron sus datos personales y los de su familia. Pero la historia no fue como se la contaron a los santiagueños, y sale a la luz para desmentir rotundamente al gobernador de esa provincia.

Luego de las desafortunadas expresiones que el gobernador Zamora tuvo hacia el paciente 41, sus obsecuentes se dedicaron a desprestigiarlo en las redes sociales. Alrededor de él se dijeron muchas cosas, cientos de historias y teorías que hoy, comprobado fehacientemente, no fueron más que chismes cargados con una animosidad digna de culebrón mexicano. La provincia ya decidió darle la espalda.

Una de las personas que se decidió a contar lo que había ocurrido realmente fue la ex esposa del empleado. A través de un extenso comunicado, la mujer contó cómo se dio la situación y cuánto afectó a sus hijos todo lo que se dijo de su padre en las redes.

“En primer lugar les diré que personalmente llamé un centro de salud pública (tengo registro de todas las llamadas) para informar que tanto mis hijos como su padre estaban con fiebre alta. También llamé al 107 para informar el caso y expresé explicitamente que el papá de mis niños quien habia venido a asistirme porque yo no podía atender a nuestros hijos, estaba peor que yo. Lamentablemente la respuesta que obtuve es "Asi es la gripe mamá" "Que vaya por un consultorio no a la guardia", comenzó relatando la mujer, residente en Santiago del Estero.

Pero no fue solo su versión lo que dispararon las dudas de la comunidad de Santiago del Estero, ya que hace unos días atrás, el contagiado 41 finalmente pudo contar su versión de los hechos, y para sorpresa de muchos, su relato dejó mal parado a Gerardo Zamora. A través de su abogado, Francisco Palau, se pudo saber que el empleado público sufre de hipertensión y que sí concurrió al médico cuando comenzó a sentirse mal ya que sufre de asma y alergia.

Su médico de cabecera, según el letrado, nunca se imaginó que tenía COVID, ya que los síntomas de la alergia son muy parecidos. “Él todos los años sufre de carraspera, hinchazón de garganta y cansancio. Hay mucha desinformación”, explicó Palau a la prensa santiagueña. Lo que contó el defensor del paciente 41 dejó perplejo a más de uno, puesto que la historia nunca fue como Zamora contó en conferencia de prensa.

El contagiado 41 no es el paciente cero

“Recién el 31 de  siente que su cuadro empeora un poco, y acude a la guardia del Instituto de Cardiología, pero como ya tenía fiebre le dicen que concurra al Hospital Independencia. Al día siguiente comienza a llamar al 107, pero como no lo atendían se va al Hospital Independencia, y el médico de guardia le dice que no tenía los síntomas de covid, así que le da dipirona y dexametasona”, dijo Palau a los medios santiagueños.

Con respecto a su supuesta salida de la provincia porque “tenía varias novias en el norte del país” (como se dijo en audios que se viralizaron en contra del contagiado), Francisco Palau fue claro y contundente: “Está acreditado que nunca salió de la provincia, las versiones que tenía una novia en Salta, una novia en Jujuy y que había pasado por Catamarca, todo es una mentira total, y aclaro que esa versión ya ha sido prácticamente descartada por la fiscalía. Por lo tanto, él nunca podría haber sido el paciente cero, en todo caso él ha sido contagiado por alguien”.

Está claro que Santiago del Estero necesitaba un chivo expiatorio que pudiera tapar el mal manejo de la crisis sanitaria. Las cientos de denuncias en contra del 107, en contra de los funcionarios de salud por maltrato llevaron a la provincia a esconder todas esas deficiencias bajo la alfombra, y para mala suerte del contagiado 41, la historia de este empleado público les vino como anillo al dedo. Zamora se colgó del estado de salud de un hombre que hizo todo lo que correspondía y cumplió con todos los protocolos. La condena social le arruinó la vida, pero la primera piedra fue lanzada por Gerardo Zamora