Escándalo en Aguaray por la aprobación del nuevo presupuesto "a libro cerrado"

SALTA (Redacción VOCES CRÍTICAS).- Un escándalo se desató en Aguaray luego de que la opisición denunciara que el Presupuesto 2021 se aprobó "a libro cerrado". Un concejal denunció que el proyecto no se trató en comisiones y que los integrantes del Concejo Deliberante ni siquiera pudieron acceder a una copia del documento, en donde se prevén gastos por $480 millones de pesos durante el año en curso.    

No se trata de la primera polémica en la cual queda envuelta Aguaray: el año pasado hubo denuncias, jicios, políticos, destituciones hasta que, finalmente, se resolvió la intervención y detención de Enrique Prado, ex intendente de esa localidad ubicada al Norte del departamento San Martín, Enrique Prado.

La situación se mantuvo pacífica durante un par de semanas. Luego, el delegado de la departamental San Martín de ATE, Fermín Hoyos, exigió el cumplimiento de una serie de compromisos con el personal municipal. La petición desencadenó un paro de actividades de 10 días hasta que el interventor, Adrián Zigarán, cumplió con el aumento de sueldos prometido y otras exigencias que se habían acordado al inicio de la intervención definida por la Provincia hasta tanto se regularice la situación en Aguaray.

Sin embargo, a fines de diciembre los ánimos volvieron a caldearse cuando se aprobó a libro cerrado el Presupuesto 2021. "El Concejo Deliberante de Aguaray -con la mayoría simple de los que antes denunciaban la corrupción de Prado-, aprobó a libro cerrado el presupuesto y la ordenanza tarifaria. Ahora están contentos con la intervención porque les pagó todas las dietas que el exintendente les debía", denunció el concejal Sergio Nieva (PJ), según reproduce El Tribuno. 

El edil agregó que "sólo 40 minutos llevó la aprobación y, a diferencia de lo que sucede en cualquier municipio, el presupuesto del año 2021 no fue analizado en ninguna comisión, no fue debatido y llegaron al extremo de no darnos copias a ningún concejal". Nieva explicó que la única "copia la tenía Guillermo Aleman, el presidente del cuerpo, que desempató a favor del actual oficialismo para aprobarlo, pero violando la carta orgánica municipal. Para aprobarlo en general necesitaban los dos tercios, pero lo aprobaron a libro cerrado con mayoría simple".

Para reforzar sus argumentos el edil precisó que "supuestamente yo y otros dos concejales que pertenecían a la línea de Prado éramos los que convalidábamos todo lo malo que hizo el exintendente de Aguaray. Pero apenas llegó la intervención Adrián Zigarán les pagó a los 4 expositores dietas que nunca les habían pagado. A mí, Prado también me debía y esta gestión me abonó una parte. Hay que ver si las obras detalladas no son un dibujo para justificar un presupuesto de $480 millones". 

Una rotonda millonaria

Nieva reveló que “con el paso de los días pude encontrar una copia del presupuesto. Y descubrí que para el paraje Acambuco se proyectó una rotonda de 20 millones de pesos. Parece una broma de mal gusto y la gente de esos parajes que están tan alejados, que tienen tantas necesidades y tantas dificultades, que no tienen electricidad, agua y muchísimas dificultades para bajar al pueblo de Aguaray en epoca de lluvias, me decían que quizás quieren que las vacas y caballos vayan a dar vueltas".

El opositor fue más allá y denunció que "ni el interventor ni su gente conocen Acambuco, que está a 70 kilómetros, en medio de los cerros, donde los vecinos necesitan urgente una pasarela porque cuando el agua de los cerros baja les impide cruzar y no pueden llegar al camino que los lleva al paraje Piquirenda y la ruta 34”. Otras de las obras que Nieva detectó como “muy difíciles que se lleven a cabo" es la construcción de 15 viviendas. "Que yo sepa las viviendas las hace el IPV, no las construyen los municipios. Y menos en Aguaray, donde el gran problema que tenemos es que no hay terrenos disponibles, están todos ocupados”, remarcó.

“En esa obra, al menos en el presupuesto, no se definen cuanto costará cada una, dónde se van a construir, si se harán por administración o se licitarán, ni ningún otro detalle. Solo se las menciona y se les adjudican millones de pesos. A mi entender es sólo para justificar las cifras, dentro de un presupuesto que rondará los 500 millones de pesos, una cifra demasiado importante, que debería volcarse en mejorar la vida de los vecinos, no sólo del pueblo de Aguaray sino de todos los parajes. Pero los ahora oficialistas aprobaron sin siquiera leerlo y estamos en una situación que no nos deja tranquilos”, dijo.

Nieva cuestionó el rol que jugaron sus pares en la polémica aprobación del Presupuesto, en donde todos los números son cifras redondas. “Es increíble que los que antes luchaban contra la corrupción ahora sean capaces de aprobar un presupuesto tan grande sin haberlo ni siquiera leído. Tengo la certeza que se estarán enterando ahora por esta información el tema de la famosa rotonda de Acambuco”, arremetió. 

Defensa oficial

Desde el oficialismo, la concejal Sandra Fernández negó las acusaciones:“en los presupuestos del año 2018 en obras públicas había una partida de $22 millones y en 2019 era de 24 millones. En este presupuesto están previstos para obras públicas $118 millones. Algunas que ya estaban firmadas con la provincia como la Avenida Mariano Moreno y cordón cuneta”.

En la misma línea, precisó que como “desde 2013 en Aguaray el IPV no hace viviendas, por primera vez se estableció una partida presupuestaria para eso”. Además, destacó que “para el Concejo Deliberante ahora hay un partida, que incluye todos los gastos y reparación del edificio donde funciona el cuerpo”.

Más adelante Fernández lamentó que “los 3 concejales hayan llegado nada más que 5 minutos antes a pedir la documentación pertinente, cuando ya el contador de la intervención nos había dado todas las explicaciones durante tres horas a los que estábamos presentes”, aseveró.

Sin embrago, la edil norteña no pudo precisar dónde se ubicarán las viviendas presupuestadas dado que, como su par Nievas afirma, en el pueblo no hay terrenos disponibles, siendo esa la razón por la que el IPV no pudo planificar viviendas en la localidad norteña.