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¿Increíbre!
Santi Maratea llegó a Salta: El cálido recibimiento de los fans de la provincia
El influencer realizó el viaje para entregar donaciones a una comunidad Wichí
Luego de más de 15 horas de viaje, Santi Maratea llegó a la provincia de Salta para entregar las donaciones y las camionetas que compró, con el aporte de sus seguidores, a una comunidad Wichí local. 1500 km, una tormenta y la burocracia no fueron capaces de para la acción que con tanto compromiso llevó adelante. Hace tan solo una semana parecía inalcanzable, pero gracias a la voluntad de todos se concretó.
Cuando pudo poner los pies en el territorio, al influencer porteño lo esperaban algunos fans que fueron a darle la bienvenida. Entre ellos dos jóvenes de Quebrachal que se acercaron el lugar, no solo para darle las gracias, sino para saludar a su ídolo. De esta manera, todo el equipo con el que realizó la travesía, llegó al hotel y será momento de descansar, para mañana completar la entrega.
Esta no es la primera vez que Santi Maratea genera una acción a través de las redes sociales para ayudar a la comunidad. El nexo con ellos es Omar Gutiérrez, un joven del lugar que llegó a Capital Federal para estudiar abogacía, con el fin de defender el derecho de los suyos. Durante la pandemia se quedó sin trabajo y acudió a él para que pueda difundir el caso, en vísperas de encontrar un nuevo trabajo.
La estrella de las redes convocó a todos sus seguidores a donarle dinero, lo que pudieran en ese momento para ayudar a su comunidad a poder subsistir. Fue así que quienes lo siguen desde hace varios años, lograron depositarle más de 800 mil pesos al joven, quien no solo pudo cubrir sus necesidades, sino que realizó ollas populares y diversas compras necesarias.
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La bienvenida
Santi Maratea está parando en un hotel de Salta Capital, quien amablemente aceptó recibirlo junto a las 9 personas con las que realizó el viaje. La gente del lugar los recibió con pizzas y jazz, para que disfruten del lugar, al igual que de la calidez de la gente. Cansados pero animados, compartieron la experiencia con quienes estaban en el sitio y hasta intentaron aprender a tocar un bombo legüero.
