¿Gustavo Sáenz y una victoria esperada?

SALTA (Redacción Voces Críticas) La provincia de Salta concurrió a las urnas en el día de hoy para elegir a los 12 senadores y 30 diputados que los representarán en la legislatura, además de 343 concejales y 60 convencionales constituyentes. A pesar de unos cuantos incidentes atípicos para un comicio, acusaciones de compras de votos, impaciencia generalizada ante largas filas para ingresar al cuarto oscuro, la jornada electoral se desarrolló sin mayores complicaciones y con gran rigurosidad en cuanto a la aplicación de los protocolos sanitarios.

Las sorpresas tanto para los ciudadanos como para los propios candidatos comenzarían a llegar pasadas las 18.00 hs, cuando se dio inicio al escrutinio provisorio de votos. De acuerdo a fuentes cercanas, Gustavo Sáenz esperó los resultados yendo de un bunker a otro, ya que, el gobernador se aseguró de estar presente en la partida electoral a través de 2 listas: Unidos por Salta y Gana Salta, diferentes en composición, pero complementarias en su intención de consolidar el liderazgo e imagen de Sáenz.

Ni el propio gobernador, hombre de tacto político y de lealtades varias, pudo anticipar mejores números para el espacio que lidera: Todo parece indicar que el oficialismo se impuso por una cantidad de votos tres veces superior a la cifra que se predecía y esperaba puertas adentro de la mesa chica. Esto no solo le asegura al oficialismo la mayoría en ambas cámaras, si no aporta un elemento que desafía y sacude la estantería de la política nacional: Sáenz y su propuesta echan por tierra la tan explotada y avivada dinámica de la “grieta”. La misma que ubica a los argentinos en tribunas enfrentadas, la que se mide y perfora aún más así misma con cada acierto y error del contrario.

¿Qué táctica novedosa le permitió al gobierno provincial diferenciarse de lo que define a la escena política nacional? Quizá la respuesta es tan simple que peca por evidente: Elegir a un candidato “outsider”, que no responde ni genera asperezas con los ya conocidos miembros del club de la política local. Emiliano Durand es eso, una cara nueva y no asociable. Aunque no por ello falta de expertise, cabe destacar que el flamante senador se desempeñó como jefe de gabinete durante la gestión de municipal de Miguel Isa.

Sin embargo, cuando los brindis y festejos concluyan -En una fiesta u otra- y se vuelve imperativo un repaso de la jornada, los números y la imprevisibilidad de los electores, el gobernador y su arco de funcionarios deberá intentar descifrar el gran cúmulo de votos en blanco. Un sobre vacío dice (y denuncia) tanto como aquel del que se extrae una boleta con un nombre y una cara reconocibles.

Los más optimistas podrán esgrimir argumentos que caigan en explicaciones del tipo “El electorado no siempre sabe lo que se elige y ante la duda recurre al sobre vacío”; error demencial subestimar lo que conoce y percibe el ciudadano común. Los más pesimistas caerán en argumentos desesperados e inconsecuentes. Pero los realistas y más críticos quizá sean al final los que den en la tecla: La ausencia de representatividad y confianza en la cúpula política viene siendo una problemática que preocupa y genera entre debate entre oficialistas y opositores ¿Por qué las ofertas que se despliegan ante el elector no logran emocionarlo ni movilizarlo? ¿Por qué una encuesta perfectamente detallada y precisa no logra al final ni acercarse al resultado final que anuncian las urnas?

Y en este sentido, Sáenz no debería sentirse solo. La imprevisibilidad del comportamiento electoral es hoy uno de los principales ejes en los armados políticos y en la planificación de campañas de cara a las legislativas nacionales. Por lo que, en este sentido, tenemos una sorpresa extra para nuestro gobernador: Logró zafarse del bipartidismo del que tanto reniega el gobierno nacional, eso es sin dudas un triunfo campante. Aun así, existen 34.323 que eligieron votar en blanco antes que acompañar cualquiera de sus dos fórmulas, y ese sí es un problema que comparte con todos sus pares, el de una sociedad agobiada e inconforme con sus propios líderes.