El rey Carlos III llegó a su fin y pide a su equipo legal que intervenga contra el príncipe Harry

Desde que salió a la luz la autobiografía del príncipe Harry ha generado intensa tensión en la realeza británica. Ante el terremoto mediático desatado por las memorias del duque de Sussex, el silencio se ha apoderado de la casa real británica, pero hoy el rey Carlos III ha reventado de ira y ha llegado a su fin.

El rey Carlos III de 74 años cansado de tantas especulaciones y acusaciones de su hijo hacia su misma familia, lo ha sacado de las casillas y ha dado firmes instrucciones a su equipo de abogados para analizar la situación de lo que ha estado comentando su menor hijo en sus apariciones televisivas destinadas a promocionar su libro.

Y es que el monarca de Inglaterra se encuentra muy preocupado por las fuertes declaraciones que su hijo a sacado públicamente y que están afectando en gran manera a su entorno familiar, una de ellas es a su esposa Camila Parker de quien se refiere en el libro de una manera poco amigable. Informa Voces Críticas

Según información de medios británicos como The Telegraph, un grupo de letrados que trabajan para el para el palacio de Buckinghan se puso en contacto con la cadena ABC mientras realizaba la entrevista del duque de Sussex en el programa Good Morning America e informó de que necesitaban conocer exactamente lo que se dijo para tener la oportunidad de responder y tomar las acciones pertinentes.

Ante esta polémica situación, es que el rey Carlos III solicitó la intervención del equipo de abogados quienes con consentimiento del soberano estarían considerando emitir un comunicado para desmentir a su miembro más rebelde, aunque el escenario de una posible demanda es impensable.

Sin embargo, a pesar de todo estos escándalos en los últimos días se ha apreciado un cierto cambio de actitud en el segundo hijo del rey Carlos III, ya que sus crudas revelaciones son menos agresivas que las cuenta en su libro Spare, algo que abriría la posibilidad de que la intervención de su padre, a través de los letrados, le haya hecho rebajar su tono.