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Un cambio progresivo

Estas fueron las estrategias que utilizó Camila Parker para cambiar su malvada imagen de amante

La percepción de quien fuera la mujer con la que Carlos III engañó a Lady Di mutó a lo largo de los años. Diferentes tácticas hicieron esto posible

Estas fueron las estrategias que utilizó Camila Parker para cambiar su malvada imagen de amante

Hace más de 2 décadas, y tras la separación de Lady Di del rey Carlos III y su posterior trágica muerte, la imagen de la amante del entonces príncipe de Gales, Camila Parker, era clara: una mujer malvada.

Sin embargo, es impresionante cómo la percepción de la actual reina consorte cambió ante los medios. Pasó de no ser aceptada como esposa de alguien de la realeza -con un 85% de la gente en su contra- a recibir halagos por parte de la prensa. ¿Cómo fue posible?

Las recientes memorias del príncipe Harry, "Spare", se encargaron de develar las estrategias de su madrasta al respecto.

Camila Parker creó una marca personal, en la que destacó por mostrar diferentes gestualidades que la ayudaran. Una de ellas, por ejemplo, es el alzamiento de su paraguas para que las cámaras la vean bien y tomen un plano completo de su cara.

En ella, la sonrisa juega un rol sumamente importante. La actitud que emana cambia de forma completa su imagen ante la gente. Y así es como ejercitó una nueva, agradable y cálida ante las cámaras y la gente, informa Voces críticas.

Todo esto, según el príncipe Harry, se vio apoyado tanto los medios como en la asesoría de imagen, al contar con el editor de prensa Geordie Greig de su lado en el primer caso, como por haber contratado a un experto en comunicación en el segundo caso.

Pero también se vio sumida en jugadas algo más sucias. Por ejemplo, en cierta ocasión, le quiso prohibir a Kate Middleton asistir a un partido de tenis el mismo día en el que Carlos III iba a asistir a un evento. No quería verse opacada por alguien más en su proceso de cambio de imagen. La orden llegó demasiado tarde, pero sus palabras fueron claras: “¡Asegúrense de que la duquesa no salga en ninguna foto con una raqueta de tenis en la mano!”

De esta forma, la actual esposa del monarca inglés fue moviendo los hilos de forma sutil y pogresiva hasta pasar de ser la "malvada amante" a la "bondadosa reina".

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